Los niños nacidos de madres que contrajeron Covid-19 durante el embarazo presentan un mayor riesgo de autismo y otras diferencias neurológicas, como retrasos en el habla y en el desarrollo motor, según un estudio reciente.
La investigación, que se publicó en la revista Obstetrics and Gynecology, analizó más de 18.100 nacimientos en Massachusetts y es una de las más amplias que se han realizado sobre hijos de mujeres que se infectaron con el virus entre los primeros meses de la pandemia y parte de 2021, antes de que las vacunas estuvieran ampliamente disponibles.
Los autores enfatizaron que, al tratarse de un estudio observacional, los resultados no prueban que el Covid-19 cause los trastornos diagnosticados, sino que señalan una asociación entre la infección materna y estos resultados. Además, advirtieron que el riesgo absoluto sigue siendo muy bajo, incluso para las mujeres que contrajeron el virus.
"No es que toda mujer embarazada que tuvo Covid-19 deba pensar que su hijo va a tener autismo", aclaró Andrea G. Edlow, médica e investigadora del Hospital General de Massachusetts y profesora asociada en la Escuela de Medicina de Harvard, coautora del trabajo. "En general, el riesgo absoluto no es extremadamente alto", agregó.
Los expertos en salud señalaron que los hallazgos refuerzan la importancia de la vacunación contra el Covid-19 durante el embarazo, ya que proteger a las mujeres embarazadas ayuda también a resguardar la salud de sus bebés. El estudio se publica en un contexto de caída de las tasas de vacunación contra el coronavirus.
El secretario de Salud Robert F. Kennedy Jr. -conocido por su escepticismo hacia las vacunas- anunció en primavera que los centros para el control y la prevención de enfermedades dejarían de recomendar la vacuna contra el coronavirus para mujeres embarazadas sanas, una decisión que generó fuertes críticas de expertos en salud pública.
Sin embargo, el colegio americano de obstetras y ginecólogos mantiene su recomendación de vacunarse durante el embarazo, y las autoridades federales aconsejan que todas las personas, independientemente de sus factores de riesgo, consulten con su médico sobre la conveniencia de recibir la vacuna.
Por su parte, la administración de Donald Trump endureció su postura frente a las políticas de vacunación y comenzó a difundir la idea de que el uso de Tylenol durante el embarazo podría aumentar el riesgo de autismo, una afirmación sin respaldo científico. Numerosos expertos médicos coinciden en que no existen pruebas que vinculen el consumo de paracetamol con el autismo y advierten, además, que la fiebre durante la gestación también puede ser perjudicial.
Mary Ann Comunale, profesora asociada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Drexel, consideró que el estudio aporta información valiosa basada en evidencia para fortalecer el diálogo entre médicos y pacientes. "Esto es particularmente importante en el contexto actual de desconfianza hacia las vacunas", afirmó la investigadora, que no participó del trabajo.
En esta investigación, los científicos analizaron historias clínicas de mujeres atendidas entre el primero de marzo de 2020 y el 31 de mayo de 2021. De las 861 mujeres que dieron positivo por coronavirus durante el embarazo, 140 tuvieron hijos que recibieron un diagnóstico neurológico antes de los tres años. La mayoría no estaba vacunada, aclararon los investigadores.
Edlow y Roy H. Perlis, coautor del estudio e investigador del Mass General, señalaron que se necesitan trabajos más amplios para evaluar el posible riesgo entre mujeres que sí recibieron la vacuna.
El estudio se suma a un cuerpo creciente de investigaciones sobre el impacto de las infecciones virales durante el embarazo en la salud fetal. Existen evidencias sólidas de que ciertos virus -como la rubéola, la varicela-zóster y el zika- pueden causar daño fetal directo.
En 2015 y 2016, la Organización Mundial de la Salud declaró una emergencia sanitaria mundial por el zika en América Latina, vinculado con cientos de nacimientos de niños con microcefalia, una condición caracterizada por un tamaño de cabeza anormalmente pequeño y un cerebro subdesarrollado.
Los científicos creen que es poco frecuente que virus respiratorios como la gripe o el SARS-CoV-2 atraviesen la barrera placentaria. El impacto sobre el feto podría deberse, más bien, a la respuesta inmunitaria de la madre: la inflamación podría desencadenar la liberación de moléculas que influyen en cómo las neuronas crecen, se conectan y migran en el cerebro.
Tanto la gripe como el Covid-19 se han vinculado con complicaciones obstétricas, como partos prematuros, aunque la evidencia sobre sus efectos a largo plazo en el desarrollo neurológico infantil sigue siendo ambigua. Algunos estudios detectan un leve aumento en los diagnósticos, mientras que otros no muestran diferencias.
"Si el sistema inmunitario del feto se activa demasiado, eso podría tener consecuencias posteriores, no solo para el cerebro en desarrollo, sino también para el metabolismo, el hígado, el páncreas, el corazón o el tejido adiposo", explicó Edlow. Este tipo de alteraciones podría derivar más adelante en obesidad, síndrome metabólico o resistencia a la insulina.
Los autores reconocieron varias limitaciones en su trabajo. Lisa Croen, científica senior del Instituto de Investigación de Kaiser Permanente, advirtió que el estudio no controló ciertos factores maternos -como obesidad, hipertensión o diabetes gestacional- que podrían haber influido en los resultados.
Aun así, Croen consideró que los hallazgos "aportan una base sólida adicional para seguir promoviendo la vacunación contra el Covid-19 durante el embarazo".



