El 8 de agosto, el Día Mundial del Orgasmo Femenino invita a reflexionar sobre la sexualidad femenina en la madurez, una etapa caracterizada por transformaciones físicas y emocionales, pero también por la posibilidad de experimentar el placer de manera plena y saludable después de los 40 años.
Especialistas en ginecología, sexología y salud integral coinciden en que la menopausia no representa el final de la vida sexual, sino una oportunidad para redescubrir el deseo, superar tabúes y priorizar el bienestar.
La conmemoración de esta fecha se originó en Brasil en 2006, cuando un concejal impulsó la visibilización de la falta de orgasmos en las mujeres como un problema de salud pública, tras conocerse un estudio local que señalaba que el 28% de las mujeres no experimentaban orgasmos. Desde entonces, la iniciativa se expandió internacionalmente, promoviendo el diálogo sobre el placer femenino y la importancia de la educación sexual.
Dificultades y mitos en torno al orgasmo femenino
Las cifras muestran que entre el 50% y el 75% de las mujeres no alcanzan el orgasmo en todas sus relaciones sexuales, especialmente en encuentros heterosexuales. Estudios recientes estiman que hasta el 70% de las mujeres no siempre logran llegar al clímax, lo que evidencia la necesidad de información y autoconocimiento.
La médica ginecóloga María Laura Martínez, subrayó que el orgasmo femenino es mucho más que una cuestión de placer: "El orgasmo es la liberación súbita de tensión sexual. También conocido como clímax, tiene múltiples beneficios para la salud debido a las hormonas y químicos que el cuerpo libera en el proceso. Y es importante saber que no hay una única forma de alcanzarlo".
El clítoris, con más de 8.000 terminaciones nerviosas, es la principal vía de acceso al orgasmo en las mujeres, aunque existen otras zonas erógenas y formas de estimulación. Martínez enfatizó que no existe una única manera correcta de vivir el placer y que el autoconocimiento es fundamental: "Hay orgasmos con o sin contracciones, más o menos intensos, únicos o múltiples. No hay una sola manera correcta de vivir el placer: conocerse y animarse a explorar es la clave".
Los especialistas insisten en que el orgasmo no es un objetivo obligatorio, sino un derecho a explorar sin culpa, y que la educación sexual y el acompañamiento médico son herramientas esenciales para una vida sexual libre y saludable.
Para disfrutar de la sexualidad durante la menopausia:
- Hacer ejercicio. La actividad física es fundamental. Caminar, correr, bailar, nadar, todo incrementa el nivel de la energía y mejora el estado de ánimo, brindando una sensación de bienestar, según las especialistas.
- Dejar el cigarrillo. Esto aplica a la salud integral, pero, además, fumar puede reducir el flujo sanguíneo hacia la zona íntima e incrementar la sequedad vaginal.
- Charlar con la pareja. "En las consultas, vemos todo el tiempo parejas que no hablan de su intimidad. Las conversaciones se llenan de la logística de los hijos, la casa, las cuentas y el cambio del auto, pero no sobre qué está pasando con la vida íntima de la pareja", destacó Mayer.
- Hablar con el ginecólogo sobre la salud sexual. Las médicas coinciden en que -además de los chequeos indispensables- se hable con este especialista que podrá resolver dudas y orientar a sus pacientes.
- Fortalecer el piso pélvico. A través de los ejercicios Kegel, se puede aumentar el flujo sanguíneo hacia la vagina, mejorar la intensidad del orgasmo y fortalecer los músculos de esta zona. Todo esto logrará mayor placer durante las relaciones sexuales.
- Derribar los mitos y tabúes y reavivar el deseo. "Es muy importante que la pareja mantenga una relación de intimidad que exceda a la genitalidad en la que se puedan besar, acariciar y estar juntos", afirma Mayer.
- Abrazar la edad con aceptación. Las especialistas destacaron que hombres y mujeres pretenden tener a los 40 el cuerpo y la potencia de los 20. "El primer paso para ser feliz en esta etapa de la vida es aceptar nuestra edad y abrazar nuestras nuevas circunstancias, tratando de mejorar los síntomas", aseguran.
- Darse tiempo en las relaciones sexuales. "Es muy importante la lubricación que genera la excitación en un encuentro sexual, ya ue protege los tejidos y permite que el sexo sea más placentero", explicó Mehanna.
- Cuidar la lubricación. Las especialistas comentaron que además de probar con lubricantes a base de agua o hidratantes vaginales, hay distintos tratamientos locales en forma de cremas u óvulos de estrógeno, que los médicos pueden prescribir.
- Tratamiento hormonal. "Por último y si es necesario, las mujeres con sus médicos ginecólogos pueden evaluar la posibilidad de considerar la terapia hormonal para aliviar los síntomas de la menopausia y mejorar la lubricación vaginal", destacó Mehanna.
El bienestar sexual en la madurez también implica derribar mitos y ampliar la mirada sobre el placer, entendiendo que la sexualidad no se limita a la genitalidad y que el deseo puede transformarse, pero no desaparecer.
Priorizar el autoconocimiento y el diálogo sobre el placer contribuye a una mejor calidad de vida y a una salud integral en todas las etapas. Hablar abiertamente de la sexualidad femenina en la madurez es, además, una forma de promover el bienestar y el cuidado personal.