Los datos de fallecimientos en España en 2022 hablan por sí solos: las enfermedades isquémicas del corazón fueron la segunda causa de muerte más frecuente, solo superadas por la Covid-19.
En este sentido, según los datos del INE, 28.852 personas perdieron la vida por esta causa. De entre este tipo de dolencias mortales, el paro cardíaco es una de las más conocidas para el gran público y detectarlo a tiempo es clave para poder salvar la vida de la persona que lo padece.
De hecho, cada año mueren en España alrededor de 30.000 personas por esta afección, y la Fundación Española del Corazón señala que formar a la población en Resucitación Cardiopulmonar (RCP) reduciría hasta en un 30% los fallecimientos.
Pero ¿cuáles son los síntomas del paro cardíaco? El problema es que ocurre en muchas ocasiones sin avisar y que las señales son diferentes entre hombres y mujeres. Un estudio reciente elaborado por investigadores del Smidt Heart Institute de Los Ángeles ha arrojado luz sobre esta situación, llegando a concluir que los síntomas difieren entre el sexo masculino y el femenino, y que la mitad de los pacientes presenta un síntoma revelador en las 24 horas previas a sufrir la afección.
Qué es el paro cardíaco y cuáles son sus síntomas
El corazón es el órgano encargado de bombear sangre a todos los órganos del cuerpo, y cuando esta capacidad para enviar sangre a todo el organismo falla, se produce un paro cardíaco. Tal y como señala la Fundación Española del Corazón, el motivo suelen ser arritmias, un infarto de miocardio y otras anomalías en el sistema eléctrico del corazón, entre otros factores. Al producirse el problema en el bombeo de sangre, el flujo sanguíneo se detiene, los órganos fallan y la persona puede morir en "cuestión de minutos". Por ello es clave detectar a tiempo los siguientes síntomas (cada minuto cuenta para salvar la vida):
Taquicardia (latido acelerado del corazón).
Mareo.
Dolor en el pecho.
Dificultad para respirar y falta de aire.
Náuseas y/o vómitos.
Si una persona cercana presenta alguno de estos síntomas o una combinación de los mismos, o tú mismo los sufres, es clave llamar a los servicios de emergencias. El tratamiento debe ser rápido y la mejor opción consiste en utilizar un desfibrilador externo automatizado, habitual en lugares públicos y en aviones comerciales. Asimismo, se pueden llevar a cabo maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y proceder a un traslado rápido al centro médico.