Identificá las señales que despiertan el alerta de anemia en el cuerpo
¿Qué le pasa al cuerpo cuando tiene anemia?. Entérate en la nota de los síntomas y tratamientos para solucionarla
La anemia es una afección en la cual el paciente carece de suficientes glóbulos rojos sanos para transportar un nivel adecuado de oxígeno a los tejidos del cuerpo provocando cansancio y debilidad, según explica la organización especializada en salud, Mayo Clinic.
También conocida como nivel bajo de hemoglobina, existen varios tipos de la enfermedad, cada una con su propia causa, puede ser temporal o prolongada y puede variar de leve a grave. En la mayoría de los casos, la anemia tiene más de una causa.
Como su nombre lo indica, la anemia por deficiencia de hierro se debe a la falta de hierro. Sin este mineral esencial, el organismo no puede producir una cantidad suficiente de hemoglobina, sustancia presente en los glóbulos rojos que les permite transportar oxígeno. Como consecuencia, la anemia por deficiencia de hierro puede hacerte sentir cansado y con dificultad para respirar.
En general, la anemia por deficiencia de hierro se puede corregir con suplementos. A veces es necesario realizar pruebas o tratamientos adicionales para la anemia por deficiencia de hierro, especialmente, si el médico sospecha que puede haber sangrado interno.
Síntomas y factores de riesgo. ¿Cómo saber si tengo anemia?
Los síntomas de la anemia varían según la causa y la gravedad de la misma, de acuerdo con Mayo Clinic. Según las causas de la enfermedad, es posible que incluso no se tengan síntomas.
Los signos de anemia, si se presentan, podrían incluir:
Fatiga
Debilidad
Piel pálida o amarillenta
Latidos del corazón irregulares
Dificultad para respirar
Mareos o aturdimiento
Dolor en el pecho,
Manos y pies fríos
Dolores de cabeza.
Al principio, la anemia puede ser tan leve que no se nota, pero los síntomas empeoran a medida que avanza la enfermedad.
Además, existen varios factores de riesgo señalados por Mayo Clinic que aumentan la posibilidad de contraer anemia, como una dieta carente de vitaminas y minerales, trastornos intestinales, la menstruación, el embarazo, afecciones crónicas, antecedentes familiares e incluso la edad.
Una dieta consistentemente baja en hierro, vitamina B-12, folato y cobre incrementa el riesgo de anemia; al igual que tener un trastorno intestinal que afecta la absorción de nutrientes en el intestino delgado, como la enfermedad de Crohn y la celiaquía.
Las mujeres que no han tenido menopausia tienen un mayor riesgo de anemia por deficiencia de hierro que los hombres y las mujeres posmenopáusicas. Estar embarazada y no tomar un multivitamínico con ácido fólico y hierro, también aumenta el riesgo.
Si se tiene cáncer u otra afección crónica, se podría estar en riesgo de desarrollar anemia por enfermedad crónica, al igual que la pérdida lenta y crónica de sangre por una úlcera u otra fuente dentro del cuerpo puede agotar la reserva de hierro del cuerpo y llevar a que se presente anemia por deficiencia de hierro.
Si la familia del paciente tiene antecedentes de anemia hereditaria, como anemia de células falciformes, también se podría tener un mayor riesgo de padecer esta afección.
Los antecedentes de ciertas infecciones, enfermedades de la sangre y trastornos autoinmunitarios aumentan tu riesgo de padecer anemia. El alcoholismo, la exposición a sustancias químicas tóxicas y el uso de algunos medicamentos, también.
Incluso las personas mayores de 65 años tienen un mayor riesgo de anemia.
Causas y tipos de anemia
La anemia puede deberse a una afección presente al nacer o a una que se desarrolla y se produce cuando la sangre no tiene suficientes glóbulos rojos.
Esto puede suceder si el cuerpo no produce suficientes glóbulos rojos, si el sangrado hace que se pierdan glóbulos rojos más rápidamente de lo que pueden ser reemplazados o si el cuerpo destruye los glóbulos rojos.
Los diferentes tipos de anemia tienen causas diversas. Algunas de ellas son:
La anemia por deficiencia de hierro: esta es el más común y es causada por la escasez de hierro en el cuerpo. La médula ósea necesita de este mineral para producir hemoglobina. Sin el hierro adecuado, el cuerpo no puede producir suficiente hemoglobina para los glóbulos rojos.
La anemia también puede aparecer en muchas mujeres embarazadas. Además, puede ser causada por pérdida de sangre (como por el sangrado menstrual abundante), una úlcera en el estómago o en el intestino delgado, cáncer en el intestino grueso y el uso regular de algunos analgésicos que se pueden comprar sin receta médica.
La anemia por deficiencia de vitaminas se presenta cuando se carecen de vitaminas, sobre todo la B-12, una de las que se necesitan para producir suficientes glóbulos rojos sanos.
Una dieta que carezca de estos y otros nutrientes clave puede causar una disminución en la producción de glóbulos rojos. Algunas personas que consumen suficiente B-12 no son capaces de absorber la vitamina. Esto puede derivar en una anemia por deficiencia de vitaminas, también conocida como anemia perniciosa.
La anemia de inflamación sucede cuando ciertas enfermedades, como el cáncer, el SIDA, la artritis reumatoide, la enfermedad renal, la enfermedad de Crohn u otras enfermedades inflamatorias agudas o crónicas, pueden interferir en la producción de glóbulos rojos.
La anemia aplásica, que es poco frecuente pero potencialmente mortal, puede ser causada por infecciones, ciertos medicamentos, enfermedades autoinmunitarias y exposición a sustancias químicas tóxicas.
La anemia asociada con la enfermedad de la médula ósea sucede por enfermedades como la leucemia y la mielofibrosis que afectar la producción de sangre en la médula ósea. Los efectos de estos tipos de cáncer y trastornos similares varían de leves a potencialmente mortales.
La anemia hemolítica se desarrolla cuando los glóbulos rojos se destruyen más rápido de lo que la médula ósea puede reemplazarlos. Ciertas enfermedades de la sangre aumentan la destrucción de los glóbulos rojos.
La anemia de células falciformes es hereditaria y algunas veces grave. La causa una forma defectuosa de hemoglobina que obliga a que los glóbulos rojos adopten una forma anormal de media luna. Estas células sanguíneas irregulares mueren prematuramente y generan una escasez crónica de glóbulos rojos.
¿Qué enfermedades puede causar la anemia?
i no se la trata, la anemia puede causar muchos problemas de salud, tales como fatiga extrema, complicaciones en el embarazo, problemas cardíacos e incluso la muerte.
La anemia grave puede hacer que el paciente se sienta tan cansado que no pueda realizar tareas cotidianas. Las mujeres embarazadas que tienen anemia por deficiencia de folato pueden tener más probabilidades de sufrir complicaciones, como un parto prematuro.
La anemia puede derivar en latidos del corazón irregulares o acelerados (arritmia). Cuando se tiene anemia, el corazón bombea más sangre para compensar la falta de oxígeno y esto puede derivar en un corazón dilatado o insuficiencia cardíaca.
Algunas anemias hereditarias, como la anemia de células falciformes, puede provocar varias complicaciones que ponen en riesgo la vida. Perder mucha sangre rápidamente genera una anemia aguda y grave y puede ser mortal. Entre los adultos mayores, la anemia está relacionada con un mayor riesgo de muerte.
¿Qué debería comer una persona que tiene anemia?
Muchos tipos de anemia no se pueden prevenir, pero se puede evitar la anemia por deficiencia de hierro y las anemias por deficiencia de vitaminas consumiendo una dieta que incluya una variedad de vitaminas y minerales.
Los alimentos ricos en hierro incluyen carne vacuna y otras carnes, frijoles, lentejas, cereales fortificados con hierro, verduras de hoja verde oscuro y frutas secas.
El folato se pueden encontrar en frutas y jugos de frutas, verduras de hojas verdes oscuras, arvejas verdes, frijoles rojos, cacahuates y productos de granos enriquecidos, tales como pan, cereales, pasta y arroz.
Los alimentos ricos en vitamina B-12 incluyen la carne, los productos lácteos y los productos fortificados a base de cereales y soja.
Los alimentos ricos en vitamina C incluyen frutas y jugos cítricos, pimientos, brócoli, tomates, melones y fresas. Estos también ayudan a aumentar la absorción de hierro.
Si te preocupa obtener suficientes vitaminas y minerales de los alimentos, pregúntale al médico sobre esta situación y si un multivitamínico podría ayudar.