Por primera vez después de una década de escasez hídrica, los ríos Diamante y Atuel tendrán caudales "normales" para lo que resta de la primavera y el verano, períodos del año de mayor uso del agua para riego.
Esto que ya se veía venir debido a las fuertes nevadas sobre la cordillera en agosto y setiembre, fue confirmado con el Pronóstico de Caudales de los Ríos de Mendoza que presentó este martes el Departamento General de Irrigación.
Según ese informe, calculan que el río Atuel tendrá un derrame durante toda la temporada de riego 2023-2024 de 960 hectómetros cúbicos, lo que equivale al 88% de un año medio.
A su vez, pronostican para el Diamante 815 hectómetros cúbicos, que representa el 83% de un derrame medio anual de esa cuenca.
En ambos casos se encuadran en un año "normal", según la clasificación hidrológica que utiliza actualmente Irrigación.
Ríos de Malargüe más abundantes
Las cuencas ubicadas más al sur de la provincia recibieron mayor cantidad de nieve y eso se verá reflejado en más agua para los ríos malargüe.
Pronostican para el río Malargüe un escurrimiento "normal" (un 99% del derrame promedio). En cambio el Grande traerá más agua del promedio, un 117% de la media anual, lo que se clasifica como un año "húmedo" pero, a diferencia del anterior, este río no tiene área cultivada para irrigar.
Río Tunuyán
El río Tunuyán también tendrá caudales levemente por encima del promedio (104%), lo que se encuadra como "normal" en la clasificación hidrológica.
Pese a esta buena noticia, desde Irrigación pidieron no relajarse y seguir cuidando el agua porque cada vez es más evidente que la realidad a largo plazo es de escasez.
Esperan caudales normales en los ríos locales gracias a las últimas nevadas
Belleza natural: La Laguna del Diamante con 2 metros de nieve y congelada