La motosierra de Javier Milei se agita sobre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) que implica, según advierten desde el organismo, reducción del 25% del personal, cambios en la conformación del consejo directivo y eliminación de la "extensión rural", que es el contacto directo con el productor, el campo y su gente.
En ese contexto, el INTA Rama Caída y sus agencias de extensión de San Rafael, General Alvear y Malargüe emitieron un comunicado para rechazar "estas decisiones" y alertar "sobre los efectos irreversibles que podrían ocasionar en el sistema de ciencia y técnica aplicado al sector agropecuario".
Cecilia Picca, directora de la estación experimental agropecuaria de Rama Caída, dijo en diálogo con Vibra FM (100.3) que "nosotros pedimos que cada medida que se tome sea de forma estratégica, planificada y estudiada, porque están pretendiendo hacer la reducción como un corte masivo, sin evaluar rendimiento ni productividad".
En la estación experimental de Rama Caída se desarrollan técnicos y conocimientos para volcarlos a los productores.
Consideró que en el ajuste "están incluyendo todo el sistema de extensión, que es el vínculo directo con el productor y las empresas del agro con quienes hacemos intercambio de información".
Explicó que "ese sector nos plantea cuáles son las principales oportunidades que podrían aprovechar si incorporan tecnología y cuáles son los principales problemas que tienen los sistemas productivos, y a partir de eso nosotros construimos proyectos de investigación que permita resolver esto".
También se desarrolla la parte pecuaria.
En San Rafael estas tareas de investigación y resolución de problemas que luego transmiten a los productores se realizan en la estación experimental de Rama Caída.
Picca alertó que "sin el sistema de extensión vamos a estar como un organismo aislado que va a generar cosas que no le va a servir a nadie".
Generador de tecnología
Consideró además que "vamos a perder nuestra soberanía en lo que es generación de tecnología aplicadas al agro, vamos a estar dependiendo que se generen cosas en otros lugares y vamos a tener que estar pagando por el uso de esa tecnología"
Ejemplificó que "si no estuvieran las variedades hortícolas del INTA que permiten hacer autoproducción de semillas, estaríamos preso de estar comprando permanentemente semillas generadas en otros lugares con un alto costo".
En ese sentido, recordó que cada provincia o región aporta su especialidad como el caso de Mendoza y San Juan con las áreas vitícolas, frutícolas y hortícolas. "Así cada región tiene su especificidad donde el INTA genera tecnología, conocimientos, estrategias de manejo que permiten mejorar rendimientos y eficiencia en el uso de los recursos".