El accidente del fin de semana pasado en avenida Hipólito Yrigoyen y Carlos Washington Lencinas, que se cobró la vida del joven Mateo Inostroza, disparó el debate sobre cómo se maneja en San Rafael y del alcohol al volante.
Para que aporte sus conocimientos y experiencia, Vibra FM (100.3) consultó al comisario retirado Jaime Correa, ex jefe de la Policía Vial de San Rafael y de la Departamental.
El comisario retirado Jaime Correa, ex jefe de la Policía Vial.
El especialista comenzó diciendo "los accidentes de tránsito son cosas predecibles y son evitables".
Además expresó que "leyendo los comentarios que hace la gente, llego a la conclusión que pareciera que todo el mundo sabe lo que tiene que hacer, pero creen que eso lo tiene que hacer los demás".
Es que "todo el mundo opina que hay que aplicar las normas y piden que se hagan controles, pero a los demás, a mí no. Pareciera que las normas no son para uno, sino para que las cumplan los demás".
El ex policía está convencido de que "el 90% de la gente sabe lo que tiene que hacer pero nadie lo hace, no aplican las normas. Creen que estos siniestros le van a ocurrir a los demás. Parece que en cada esquina el único que va a llegar voy a ser yo, nadie va a venir por la otra calle".
Reiteró que en estos casos se aplica la creencia que "las normas las tienen que cumplir los demás, yo no".
Para Correa el factor principal radica en la responsabilidad personal y recordó que "la estadística indica que el 93% de los siniestros viales es producto del error humano. Y el que comete ese error es el conductor del vehículo, ya sea auto, camión, moto o bici".
Dijo que también hay responsabilidad en otros usuarios de la vía pública como el peatón o, por ejemplo, las personas que dejan sueltos sus perros que terminan causando accidentes. "Todos los usuarios tienen que respetar las normas de tránsito", sentenció.
Nada de alcohol al volante
Otra causa de accidentes es conducir alcoholizado, que en definitiva forma parte de la responsabilidad personal.
El ex jefe de la Policía Vial recordó que la pregunta recurrente que le hacían los chicos cuando iba a dar charlas a las escuelas secundarias era ¿cuánto puedo tomar?. "Yo les decía que ‘no tomen nada', pero nada es nada, porque no se sabe cuánto te va a dar el grado alcohólico, todo depende del momento en que lo tomastes, cómo consumiste el alcohol, cuánto hace que lo consumiste, la temperatura de adentro con la de afuera, todo difiere. Y no todas las personas tienen la misma absorción de alcohol".