El 15 de julio de 2010 fue un día histórico para las organizaciones que luchan por la igualdad de género y diversidad con la sanción de la Ley 26.618, de matrimonio igualitario. Hoy, en 2025 se celebran 15 años de aquella verdadera conquista que le garantizó derechos legales a la unión que hasta la fecha había sido informal.
En San Rafael, para esa época se celebraron varias uniones civiles de parejas del mismo sexo que elegían convertir en formal su vínculo de amor, a través de las leyes. Iris y Cecilia, fueron dos de las que gozaron de ese derecho ganado, oyentes de Vibra FM (100.3) y con el amor como estandarte compartieron su historia, de la cual se sienten plenamente agradecidas y orgullosas.
Iris salía de una relación larga, Cata un amigo le propuso compartirle el número de una chica pero por error terminó dándole el de quien luego se convertiría en novia y luego esposa, más aun, el amor de su vida: Cecilia.
Así comenzó el relato de Iris, "con mi anterior relación trabajamos a la par, 15 años, y cuando decidimos separarnos me fui sin nada, aprendí y supe que cuando volviera a empezar las cosas iban a ser distintas", por respeto y para garantizarle que a su otra mitad, si ella faltara no se quedara desprotegida la elección del casamiento fue una decisión tomada sin dudar.
"Ya de novias y apostando a una vida juntas, de la cual nunca me voy arrepentir, es que quise que Cecilia estuviese cubierta con mi obra social, fui al registro civil, estaba la posibilidad del trámite de concubinato, ese había que renovarlo, y allí mismo me dijeron que si nos casábamos el trámite de cobertura era automático: salí a la vereda del Registro Civil y se lo propuse, Ceci inmediatamente me dijo que si" recordó entre risas y emoción.
Sacaron turno y si bien estaba la agenda súper llena y apretada, en el almanaque había un día que todos habían querido saltear, por superstición: el 31 de octubre, día de las brujas "ni lo dudamos: nos casamos ese día, y somos muy felices, muy queridas, aceptadas, nos felicitaron en nuestros trabajos, nuestras familias, los amigos, incluso en los trámites previos la gente se sorprendía y lo celebraban" expresó a Info YA! con una sonrisa enorme Iris.
"Yo quería dejarle, si puedo: todo. Legalizar nuestra relación, para que el día de mañana tenga todo, más allá del amor y el cariño que nuestros años no sean en vano" dijo. La familia de Iris es numerosa, tuvo siempre el aval y acompañamiento de sus padres y sus 8 hermanos, a la familia de Cecilia, que también es numerosa, tiene 11 hermanos, le costó pero luego la felicidad de ella y su libertad fueron claves para que todos celebraran el amor.
Consultada sobre las miradas ajenas, sobre todo de los adultos mayores, Iris cree que no son culpables de su concepción sobre la homosexualidad "son generaciones que fueron criados así, de manera reprimida, donde no se hablaba casi de nada que involucrara las intimidades" analizó.
"Soy muy feliz con mi matrimonio, para mí esto nunca fue pecado, vivo la vida al máximo, con libertades para ambas, siempre tuve e claro que el amor no debe tener prisioneros" remarcó quien es empleada municipal, y también una gran deportista que suele representar a San Rafael en importantes torneos.
El mensaje es "ser y hacer lo que les haga feliz, sin perjudicar a nadie" aclaró que no le gusta el exhibicionismo "tengo mi casa, y todo lo que queramos hacer es puertas para adentro, en la calle no hay nada que demostrar o presumir, entiendo que no todos pensamos igual y lo respeto".
16 años de amor y siete meses, es el tiempo que festeja Cecilia, empleada administrativa de salud e Iris, juntas han conformado una familia rodeada de animalitos "tenemos cinco perros, cinco gatas Luna, Maggi, Tita, Emma, Chari, Arturo el Chico Zombie, Milli, Princesa, dos catas, el cabezón y la Clarita; y dos gallinas Sofía y Catalina; también tengo el honor de ser madrina de 8 ahijados, con toda la responsabilidad que conlleva".
El mensaje para todos es: "lo primordial es la confianza, ser amigas, el mantener el respeto de una hacia la otra; la parte legal es muy importante porque garantiza el bienestar y estabilidad de la otra parte; hay que ser felices y vivir tranquilas: eso es una decisión de vida".