Darío Hernández y Nicolás Da Col con sus "perrhijos" Máxima, Kibou, Coco, Atilio y Rafael.
Darío Hernández y Nicolás Da Col, una pareja de Buenos Aires, hicieron historia al casarse con sus cinco perros como testigos en una ceremonia civil realizada este sábado por la tarde en una finca de San Rafael.
La unión había sido anunciada en octubre cuando se conoció que la jefatura del Registro Civil autorizó a sus mascotas a actuar como testigos "honoríficos" o "simbólicos" de la unión junto a los testigos humanos.
Nicolás exhibe el documento con las huellas de los testigos caninos.
El evento, que se inició a las 19, se llevó adelante en un hermoso entorno rural con la participación de familiares y amigos y los cinco protagonistas de esta particular historia: Máxima, Kibou, Coco, Atilio y Rafael, todos rescatados de la calle, con historias previas de abandono, maltratos y heridas.
Una de las mascotas deja marcada su pata en un acta.
Hubo mucha emoción, especialmente cuando llegó el momento más esperado e inédito del casamiento. Junto al acta oficial se labró un documento no oficial complementario donde los "perrhijos" dejaron estampadas las huellas de una de sus patas delanteras a modo de firma.
Esto lo convirtió en un casamiento inédito en el país, al que se le sumó un detalle por demás emotivo: los anillos habían sido confeccionados fundiendo piezas de oro que habían pertenecido a los hermanos fallecidos de los novios: Ariel, el de Darío, y Alejandra, la de Nicolás.
A ello se le sumó un momento de ternura cuando las alianzas fueron acercadas a los novios por Atilio y Rafael en pequeñas bolsas sujetas a sus lomos.
El lugar se organizó para que los perritos se movieran con libertad y sin estrés mientras se desarrollaba la fiesta.
Un amor compartido por los perros
Darío tiene 57 años, es abogado y trabaja en Cancillería, y Nicolás, de 38, es contador en un importante laboratorio alemán.
Hace 13 años que están juntos y los une el amor por el bienestar de los perros que están en la calle.
Nico fue parte del Refugio El Campito, una reconocida ONG rescatista y tras conocerse llevó a Darío, que enseguida se sumó como voluntario.
Viven en Olivos, muy cerca de la quinta presidencial y eligieron San Rafael porque su Registro Civil es "pet friendly" (amigable con los perros) y permitió concretar su casamiento con sus testigos caninos.
En San Rafael se realizará el primer casamiento con perros como testigos







