La madrugada del 9 de septiembre de 2017 en calle El Chañaral, a la salida del bar Mona, Julieta Silva atropellaba y mataba con su auto a su pareja Genaro Fortunato.
Genaro de 25 años, jugador del Belgrano Rugby Club, quedaba tendido sobre la calle mientras sus padres y hermanos dormían sin saber el lamentable final.
A 8 años de la tragedia que conmocionó a la sociedad sanrafaelina por las características del hecho, su papá Miguel Fortunato recordó a aquel joven que ya era papá y tenía por delante toda la vida.
"El 9 de septiembre es un lio tremendo en mi cabeza, hay algunas cosas que me acuerdo y otras que no, es un cambio absoluto de sentir, vivir y percibir, se modificó mi vida y la de mi familia, es un antes y un después". señaló Miguel en el inicio de la entrevista.
Muchas horas de terapia para tratar de sobrellevar la muerte de su hijo le permitieron a Miguel recordarlo con una sonrisa en lugar del llanto aunque reconoció que "es una carga muy pesada que llevo en la espalda y con la que tengo que vivir".
"Genaro era un disruptivo, de un corazón enorme, empático que siempre tenía una sonrisa que ofrecer, extraño acompañarlo a jugar al rugby como lo hacía cuando era chico junto con su hermano Fausto", recordó y agregó que "cada vez que hacía un try me lo dedicaba".
El rugbier también compartía el trabajo con su padre en una pequeña empresa que armó Miguel que como ingeniero también es docente de la UTN.
Justamente el día del trágico accidente Miguel tenía esa mañana que visitar a un cliente sin saber que su hijo había perdido la vida. "La cita era pasadas las 8 creo, yo me fui a la reunión sin saber nada y al llegar el hombre no estaba, un empleado me dijo que no había llegado al trabajo, me sonó extraño pero luego supe que el ya se había enterado de lo que le sucedió a Genaro", dijo Miguel.
El papá de Genaro rememoró esa olvidable mañana y expresó que "al rato me llamó Fausto, me dijo que un chico del club había tenido un accidente y que me esperaba en el hospital Schestakow, ahi me enteré, qué pasó en ese momento no le recuerdo bien, hay momentos que se me borraron por el dolor".
Genaro, Miguel y Fausto.
Miguel carga con dos pesadas mochilas, la primera la muerte de su hijo y la segunda la sensación de injusticia tras el fallo que condenó a Julieta Silva por homicidio culposo. El padre no quiso hablar de la ex pareja de Genaro pero admitió que "tal vez no hicimos o no pudimos hacer lo suficiente para demostrar que no fue un simple accidente".
Los padres de Genrao durante una jornada del juicio a Julieta Silva.
Ocho años después de la tragedia que se reavivó este año cuando a Julieta Silva la detuvieron por lesiones y otros delitos en perjuicio de su actual esposo, Miguel tiene sensaciones encontradas, por un lado la virtud de haber podido convivir con la muerte de Genaro y la segunda el enojo por sentir que la Justicia no los acompañó.
"Me quedan muchas cosas en el tintero y una de ellas es volver a tomar un café con Genaro, por intentar que el viera la vida como yo quería, me perdí de disfrutar la visión que él tenía", expresó y agregó que "recién ahora puedo valorar muchas cosas de su personalidad".
El mejor de los recuerdos para Miguel y así lo relató a Info YA! "es el día que mi hijo hizo tres tries en un partido y me los dedicó como siempre lo hacía, me quedo con esa imagen".
Miguel se despidió con un "gracias", con la mirada perdida en ese 9 de septiembre del 2017, con recuerdos de la niñez y la adolescencia de Genaro junto a sus hermanos y con la sensación de que en algún momento se van a reencontrar.