Cargando...El concejal radical Miqueas Burgoa del departamento de Guaymallén protagonizó un escándalo en Bowen cuando pasó un semáforo en rojo, chapeó de su cargo a los policías y el control de alcoholemia le dio positivo en 1.2 gramos de alcohol en sangre.
El hecho sucedió este sábado a la madrugada luego de haber compartido la paella radical, previa a la Fiesta de la Ganadería y haber ido a un boliche, en Bowen, junto a un nutrido grupo de radicales que se reunieron para seguir de festejo.
A la salida del boliche, Burgoa pasó un semáforo en rojo a metros de un control policial. Allí fue detenido por los policías.
El concejal tuvo la mala idea de chapear a los policías con su cargo político y las influencias que tenía en el departamento de Guaymallén. Los uniformados lejos de amedrentarse le pidieron el carnet de conducir, que el edil no tenía en su poder, y le practicaron la alcholemia de rigor que dio positiva.
La secuencia se dio en un departamento golpeado por las tragedias viales de dos jóvenes que murieron por culpa de conductores alcoholizados que movilizó a la sociedad que incluso reclamó frente a una Comisaría para que la Policía incremente su presencia en las calles.
A este reclamo se le sumó el intendente radical Alejandro Molero, que estuvo en la paella, que puso a disposición todos los recursos de Contraventores del departamento para pelear contra el flagelo.
Lo cierto es que Burgoa no tomó nota de estos antecedentes y quedó detenido, fue liberado el sábado al mediodía y se tuvo que ir de Alvear con algún amigo que lo pasó a buscar sin poder participar de la Fiesta de la Ganadería.
El concejal que este año finaliza su mandato tenía intenciones de renovarlo en un departamento donde hay internas y un clima muy caldeado entre el actual intendente radical Marcos Calvente, que pidió su renuncia y el ex jefe de la Comuna Marcelino Iglesias, sector al que pertenece el edil.
