El radicalismo se encuentra en la encrucijada de definir qué dirección tomará el partido, luego de duros reveses electorales y una conducción saliente de Martín Lousteau que dejó fuertes críticas de los distintos sectores internos. En este escenario de más dudas que certezas, este viernes se llevó a cabo el Plenario de delegados de la Unión Cívica Radical, que determinó la próxima mesa de conducción del partido.
La cumbre de la UCR fue citada para esta tarde y comenzó cerca de las 15.30. Como adelantó TN y tras el acuerdo de todos los gobernadores radicales en Provincias Unidas (Gustavo Valdés, Carlos Sadir y Maximiliano Pullaro), Evolución (Lousteau) y Gerardo Morales, el nuevo presidente del partido es el intendente de Venado Tuerto, Leonel Chiarella.
"Vamos a trabajar mucho para representar al radicalismo de la mejor manera", aseguró Chiarella al término del encuentro. "Tenemos más de 500 intendentes y gobernamos 5 provincias", apuntó.
"El peronismo está acabado y no queremos volver al pasado", remarcó. "Hay que poner sentido común en la discusión", resaltó.
En tanto, desde las filas del mandatario mendocino Alfredo Cornejo apuntaron a este medio que no se opondrían a la designación de Chiarella, pero que "todo dependerá de la integración real que haya de todos los sectores". Además, indicaron que será "un Comité débil".
Se trata de una elección inusual en el partido, acostumbrado a optar por nombres de más trayectoria. Pero también responde a una necesidad de la UCR: mostrarle a la sociedad un proceso de renovación.
Chiarella es un dirigente joven (36 años) y gobierna la tercera ciudad más grande de Santa Fe. "Gobierna con superávit desde hace seis años y fue reelecto con el 83 por ciento de los votos en 2023, indicaron desde uno de los sectores del radicalismo que impulsaron su nombre. Y un dato no menor: es un hombre de Pullaro.
Martín Lousteai termina una cuestionada presidencia de la UCR.
La crisis política de la UCR
La Unión Cívica Radical atraviesa una de las crisis políticas más visibles de los últimos tiempos, luego de quedar reducida a un puñado de diputados y senadores. El resultado electoral del 26 de octubre potenció las diferencias que se arrastran de larga data.
Este proceso quedó en evidencia también esta renovación de autoridades. Quien más adeptos reunía era el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, pero ya aclaró que no tiene intenciones de quedarse con el puesto.
"Venimos de dos años desastrosos en la conducción del partido", apuntó a TN un referente del radicalismo del interior del país. En la misma línea, planteó: "El partido tiene que definir para dónde va". La mayor crítica recae en la desconexión entre el comité y los bloques legislativos y por los magros resultados electorales.
"No hubo ningún lugar donde hayamos ganado solos, solo con acuerdos electorales", indicó otro dirigente crítico de la gestión de Lousteau. "Lousteau se murió con sus botas puestas, no las del partido. Desoyendo lo que le decían los distritos que gobiernan y reeligen", señaló un referente cercano a un gobernador.



