El violento y reincidente ladrón que este lunes golpeó brutalmente a la empleada de un kiosco en Godoy Cruz para llevarse la recaudación fue imputado por robo simple y apenas arriesga una pena de un mes a 6 años de prisión.
Carlos Javier Estrada permanecerá detenido por sus antecedentes mientras dure el proceso hasta el juicio oral. Cualquiera sea la pena que reciba, deberá cumplirla de manera efectiva por la reiterancia y reincidencia en este tipo de delitos.
Ahora deberá esperar a la audiencia de prisión preventiva donde se lo procesará por este nuevo delito.
Es que el imputado tiene un frondoso prontuario, en junio de 2006 fue imputado por un robo agravado y liberado a los 10 días. Volvió a caer en diciembre de 2009 por portación ilegal de arma de guerra y salió en marzo del 2010. Un año mas tarde, en julio de 2011 volvió a ingresar por otro robo agravado.
En septiembre de 2012 fue condenado a 5 años de cumplimiento efectivo por un robo agravado por el uso de un arma impropia en concurso real. Pero en abril del 2013 intentó escapar, pero fue capturado y tras una unificación de penas le dieron 7 años. Salió en libertad en abril del 2018, tal como estaba previsto por la Justicia.
Ese mismo año volvió a caer detenido y en enero del 2019 fue condenado a 5 años y 8 meses por robos agravados con armas de fuego que no se pudo comprobar si servían para disparar. Esta pena la cumplió en su totalidad y volvió a recuperar su libertad en febrero del 2024.
Lejos de reinsertarse, en septiembre de ese año volvió a ser detenido y condenado a dos meses por el delito de resistencia a la autoridad. Cumplió y salió en noviembre del 2024.
Tras esa última condena, en este 2025 tenía dos pedidos de captura vigentes: uno por un hurto ocurrido en marzo junto con su pareja, y otro robo simple ocurrido en Godoy Cruz el 2 de marzo, donde encontrado su huellas dactilares.