El juicio que investiga las responsabilidades médicas en la muerte de Diego Maradona fue suspendido por una semana para esclarecer si una integrante del Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro permitió el ingreso de cámaras durante las audiencias para una producción audiovisual sin la aprobación oficial. Se trata de Julieta Makintach, una jueza con amplia trayectoria y un perfil público activo.
Al momento, las filmaciones difundidas mostraron a la magistrada recorriendo diferentes espacios del tribunal: bajando escaleras, subiendo a un ascensor, en su despacho e incluso hablando a cámara desde su auto. También hay imágenes dentro de la sala de audiencias, donde se la ve tomando la palabra junto a otras figuras como el abogado querellante Fernando Burlando y las hijas de Maradona, Dalma y Gianinna.
Una de las personas que participaron en la grabación se presentó ante la fiscalía como amiga de la magistrada y aseguró que el material corresponde a una "entrevista en su rol de Jueza y Mujer", no a un documental sobre el juicio, sostuvo que el propósito era crear un perfil profesional, no registrar las audiencias.
En el último tiempo, su nombre era poco conocido, pero la magistrada no mantiene un perfil bajo y reside en Boulogne, partido de San Isidro. Sumado a esto, es hija del juez Juan Makintach, una figura de larga trayectoria en el departamento judicial y hermana de Juan Makintach (h), socio de la productora Pegsa, empresa inicialmente señalada como responsable de la grabación.
Independientemente de su cargo, se presenta como magíster en Derecho Penal, profesora en la Universidad Austral, está casada y es madre de dos hijos, de 14 y 10 años. Es también activa en redes sociales, donde comparte sus ideas y participa en charlas y entrevistas relacionadas con temas judiciales.
Hace dos meses celebró en LinkedIn ocho años como jueza penal y 25 años desde el inicio de su carrera judicial. Sobre su trabajo, dijo: "Creo que tener la posibilidad de decir el derecho en un camino que busca la verdad para dar a cada uno lo suyo, es un privilegio que me llena de orgullo". Además, afirmó que busca estar a la altura de las expectativas en tres frentes: en la víctima reparando su dolor, en el imputado con una sanción justa y en la sociedad rindiendo cuentas del Poder Judicial.
En fechas recientes compartió un video del ciclo "Mujeres en Derecho", donde reflexionó sobre la importancia de juzgar con perspectiva de género. Destacó que la creciente violencia contra las mujeres exige una respuesta rápida y eficaz por parte del Estado y la política criminal.
Desde 1998 forma parte del Poder Judicial, donde inició su carrera en el Juzgado de Transición Nº 4. Años después, trabajó en la secretaría del Juzgado de Garantías Nº 3 de San Isidro y, desde 2017, se desempeña como jueza del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 2 del mismo departamento judicial.
Este martes se decidirá si el proceso continúa o si la familia de Maradona y el abogado Rodolfo Baqué, que ya había pedido el apartamiento, insisten en la recusación. Frente a esta situación, la jueza podría ser apartada y, según especialistas, enfrentar cargos penales como incumplimiento de deberes, prevaricato, negociaciones incompatibles y asociación ilícita.