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El testimonio de Andrea Gaucci en el Día mundial contra las falsas denuncias

Hace 3 minutos

Su marido fue declarado inocente, pero un grupo de feministas radicalizadas lo escrachó, haciéndole perder todos sus trabajos. Su esposa emprendió una lucha contra este "crimen que destruye familias y reputaciones".

Diego Guacci era entrenador de la Selección Femenina de Fútbol de la Argentina, sub 17 y sub 15, cuando la FIFA lo notificó, en octubre de 2021, de que estaba siendo investigado desde hacía dos años por la autoridad mundial del fútbol a partir de la denuncia de cinco mujeres por acoso y comportamiento abusivo, por hechos supuestamente ocurridos cuando trabajaba en el club River Plate.

"Cuando todo esto empezó, mi esposo estaba en la cumbre de su carrera, había logrado lo que siempre quiso: ser técnico de la Selección Femenina de Fútbol de la Argentina. En ese momento, teníamos otro proyecto en marcha: agrandar la familia. Desgraciadamente, en el medio pasó todo esto y ninguno de los dos proyectos llegó a buen término", dice Andrea, que perdió un embarazo durante el difícil período que atravesaron.

Luego de dos años de investigación, el Comité de Ética de la FIFA hizo un juicio, cuyo resultado fue la absolución de Diego Guacci. Se destacó en el fallo, publicado el 25 de mayo de 2022, que "ninguna de las acusaciones específicas es reportada por más de una persona". Es decir que esos testimonios no podían ser considerados "coherentes, consistentes y confiables" en la medida en que "se refieren individualmente a conductas separadas y específicas", que no fueron corroboradas por al menos dos personas.

Ninguna de las denunciantes se presentó al juicio, a pesar de que la FIFA les garantizó el anonimato. Tampoco presentaron otras pruebas ni apelaron el fallo.

El fallo, lejos de poner fin al problema, lo exacerbó, y apenas cinco días después, el 30 de mayo de 2022, un grupo de activistas se plantó frente a la puerta de la AFA para exigir la destitución de Diego Guacci, lo que de hecho consiguieron.

Esto demuestra que hay un sector del activismo feminista que se considera por encima de la ley, investido de una autoridad que le permite juzgar -a priori- y condenar sin pruebas. Denuncia es igual a condena de acuerdo al nuevo credo de género y no importa lo que diga la justicia.

"Demostré mi inocencia, pero igual me castigaron", decía el propio Diego Guacci en una entrevista televisiva, convencido de que la finalidad era sacarlo del cargo.

Andrea Guacci, referente del Frente de Mujeres contra las falsas denuncias.

Andrea Guacci, referente del Frente de Mujeres contra las falsas denuncias.

Cabe señalar que las jugadoras que acusaron a Guacci nunca lo denunciaron en una comisaría ni en un juzgado, ni siquiera en el club donde decían haber sido maltratadas o violentadas por el DT. Se limitaron a presentar su acusación ante la AFA. Eso no les impidió promover luego acciones para obtener la condena mediática y social que no habían podido conseguir ante la justicia.

Andrea y Diego Guacci alientan a quienes son víctimas de estos delitos a no bajar los brazos. Con frecuencia, quien es objeto de una falsa denuncia no emprende luego acciones legales contra sus acusadores para demostrar el dolo. El sufrimiento que representa el ser inocente pero quedar señalado públicamente, las pérdidas materiales e inmateriales que se sufren, el tiempo que lleva demostrar que no se hizo lo que no se hizo -porque en estos casos queda invertida la carga de la prueba y se es culpable hasta demostrar lo contrario: todo ese calvario deja a la persona agotada y sin fuerzas para emprender una demanda.

Hoy los Guacci viven en Italia, donde Diego trabaja en cuestiones deportivas pero ajenas al fútbol femenino que fue su pasión y su especialidad.

 Diego Guacci era entrenador de la Selección Femenina de Fútbol de la Argentina.

 Diego Guacci era entrenador de la Selección Femenina de Fútbol de la Argentina.

El Día Internacional contra las Falsas Denuncias fue instituido a partir del caso de un profesor, locutor de radio y presentador televisivo, Simon Warr, falsamente acusado de abuso sexual. Estuvo casi dos años preso y otros dos en libertad bajo fianza, hasta ser declarado inocente de todos los cargos. Warr escribió primero un ensayo titulado "Algo bueno tiene que salir de esto", y luego un libro "Presunto culpable". Pero durante esos años, enfermó de cáncer y murió poco después de su absolución. En su honor, desde 2018, el 9 de septiembre, día de su nacimiento, se convoca a una jornada de concientización y lucha contra este flagelo.

El objetivo de la convocatoria del Frente de Mujeres Argentinas, que no es una organización sino más bien una red que une a las víctimas primarias y secundarias de este delito, es mostrar que no se trata de casos aislados sino de un modus operandi y asistir a otras víctimas: pasamos por esto, te podemos ayudar, es el mensaje.

Frenar las falsas denuncias ayuda a las verdaderas víctimas, sostiene Andrea Guacci. Y una frase de Simon Warr debería ser tenida en cuenta por las fanáticas de la perspectiva de género, que en el fondo es sesgo y prejuicio: "Una de las mayores tragedias de casos como el mío es que dificulta que se crea a las personas que realmente han sufrido abusos".