La inflación de junio fue de 1,6% y se mantuvo en un nivel similar respecto al mes anterior, informó este lunes el Indec. La suba de precios del último año, de esta manera, alcanzó el 39,4 por ciento.
Según el informe oficial, la inflación acumulada en el primer semestre del año fue de 15,1 por ciento. El Gobierno consiguió así mostrar dos meses consecutivos de suba de precios por debajo del 2% mensual, una cifra que perforó en mayo por primera vez desde 2020.
El informe del Indec estableció que la división Alimentos y bebidas no alcohólicas se incrementó en un 0,6%, claramente por debajo del promedio general. Los alimentos son la división que mayor incidencia tiene en la composición del Indice de Precios al Consumidor (IPC).
En el otro extremo, la división de mayor aumento en junio fue Educación (3,7%), por las subas en el valor de las cuotas de los colegios y universidades privadas. Le siguió el rubro Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (3,4%), según explicó el Indec, "por aumentos en alquileres y expensas a causa de la bonificación en la remuneración de encargados de edificio". Sobre el final de junio también hubo aumentos en los combustibles.
Los precios estacionales, al igual que el mes anterior, reflejaron deflación (-0,2%) mientras que los regulados, por el impacto de las tarifas y los combustibles, crecieron 2,2%. De esa forma, la inflación núcleo, que es aquella que no incluye a los precios estacionales y regulados, registró una suba del 1,7% en el mes analizado.
Otra diferencia marcada se observó entre los precios de bienes y los de los servicios, ya que en ambos casos se ubicaron en los extremos, lejos del promedio de 1,6%. Con la incidencia de los alimentos, los bienes subieron 0,8% mientras que los servicios tuvieron una suba del 3,2%.
El dato de junio fue algo más leve al que habían proyectado las consultoras privadas de manera individual y de lo que había reflejado el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central. El consenso privado era que el IPC del mes pasado debía estar en 1,8%, un rango que sostendría en lo que resta del año, según el REM.
El Gobierno esperaba un IPC por debajo del 2% e insiste en que más allá de la suba del tipo de cambio, no hay elementos macroeconómicos para explicar una aceleración inflacionaria.