Día Mundial del Suicidio: conocé factores, señales de alerta, mitos y cómo ayudar

Hace 27 minutos

Se conmemora esta fecha para concientizar sobre este flagelo. Explican cómo reconocer una conducta previa y como dar asistencia.

Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Desde 2003, el objetivo ha sido visibilizar esta problemática y recalcar que, a pesar de su gravedad, el suicidio es un fenómeno prevenible.

El lema para 2024-2026, "Cambiar la narrativa", busca derribar el estigma, crear conciencia y fomentar una cultura de comprensión y apoyo.

El portal Infobae armó un informe para conocer todo sobre este flagelo y saber abordarlo, gran parte del cual compartimos por su valiosa información.

Factores de riesgo y de protección

Comprender la complejidad del suicidio implica identificar la interacción entre los factores de riesgo y de protección.

Los factores de riesgo se extienden a lo largo de varios niveles, desde el social hasta el individual, e incluyen:

  • Factores psicológicos y psiquiátricos: Depresión, trastornos de ansiedad, abuso de sustancias, impulsividad e historial de intentos de suicidio.
  • Factores sociales y familiares: Aislamiento social, conflictos, pérdida de un ser querido, violencia intrafamiliar, acoso y discriminación.
  • Factores ambientales y situacionales: Problemas económicos, acceso a medios letales y situaciones de conflicto. Dificultades en el acceso a la salud.
  • Factores biológicos y genéticos: Trastornos físicos crónicos, dolor insoportable y antecedentes familiares de trastornos mentales o suicidio.

Estos factores rara vez actúan de forma aislada; más bien, se acumulan para aumentar la vulnerabilidad de una persona. Si bien la relación entre el suicidio y los trastornos mentales es sólida, muchas decisiones suicidas también son impulsivas y ocurren en momentos de crisis extrema.

Por otro lado, los factores de protección actúan como amortiguadores ante estos riesgos. Entre ellos se encuentran las relaciones interpersonales fuertes, las creencias religiosas o espirituales y el uso de estrategias de afrontamiento positivas. Fomentar estos factores es clave para fortalecer la resiliencia de las personas y prevenir la conducta suicida.

Señales de alerta

El comportamiento suicida rara vez ocurre sin previo aviso. La mayoría de los intentos son precedidos por señales verbales o conductuales:

  • Señales verbales: Hablar de querer morir, de sentirse sin esperanza, de ser una carga o de no tener razones para vivir.
  • Señales conductuales: Alejarse de sus seres queridos, regalar posesiones, despedirse, cambios drásticos de humor, aumento en el consumo de alcohol o drogas y búsqueda de métodos letales en línea.

Es fundamental no minimizar estos signos, ya que pueden ser la manifestación de necesidad de ayuda.

Derribando mitos: la lucha contra el estigma

Muchas ideas sobre el suicidio son en realidad mitos que impiden la acción.

  • Mito: "Hablar de suicidio puede incitarlo"
  • Realidad: Hablar abiertamente, con empatía y sin juicio, reduce el peligro. Para una persona en crisis, puede ser la única oportunidad de recibir apoyo.

  • Mito: "Quien dice que se va a suicidar, no lo hace"
  • Realidad: La mayoría de las personas que intentan suicidarse han dado señales. Toda amenaza debe tomarse en serio.

  • Mito: "El suicidio es un acto de cobardía o egoísmo"
  • Realidad: El suicidio no es un acto de egoísmo, sino la manifestación de un dolor psíquico insoportable.

  • Mito: "El suicidio es inevitable"
  • Realidad: El suicidio es prevenible. Es fundamental la detección temprana, el tratamiento adecuado y el apoyo.

Es fundamental desarmar estos mitos, ya que al hacerlo se puede crear un entorno abierto al diálogo y libre de estigmas que promueva la búsqueda de ayuda en las personas que lo necesiten.

Abordaje y recomendaciones para la prevención

  • Estar atento a las señales de alerta: reconocer cambios de humor y comportamientos de aislamiento.
  • Ofrecer una escucha activa: acompañar, escuchar sin juzgar y motivar a buscar ayuda profesional.
  • Preguntar directamente a la persona si está pensando en hacerse daño.
  • Buscar ayuda profesional.
  • Restringir el acceso a los medios letales: regular el acceso a armas de fuego, pesticidas o medicamentos.
  • Animar a la persona a acudir a servicios de emergencia. El suicidio es una emergencia de salud mental.

Dónde buscar ayuda

Si en algún momento de la vida se experimentan ideas suicidas, no dudar en consultar al sistema de salud, a personas del entorno escolar, laboral o afectivo.

La provincia de Mendoza cuenta con la Línea 148, opción 0, que es atendida por especialistas en salud mental para acompañamiento y asesoramiento, todos los días de 8 a 20. O llamar al número 911 durante las 24 horas.

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