El bono mensual de $70.000, implementado a través de un decreto presidencial, continúa siendo un alivio para quienes perciben la jubilación mínima en Argentina. Sin embargo, la ausencia de un mecanismo de ajuste automático genera una caída sostenida en su poder adquisitivo. Según estimaciones oficiales, aquellos beneficiarios que recibieron el haber mínimo más el bono experimentaron una pérdida real del 13,7% en lo que va del primer semestre de 2025.
La fórmula de movilidad vigente, instaurada en abril de este año, pretende dar mayor predictibilidad al vincular las actualizaciones jubilatorias con el índice de inflación mensual. Pero a pesar de eso, el sistema sigue enfrentando desafíos estructurales y aún no se define si el bono extraordinario continuará más allá de julio o será sustituido por otro mecanismo de compensación.
El bono en sí fue un recurso al que el gobierno recurrió para encubrir el mal diseño del sistema de movilidad pergeñado en 2020, que hizo que en un contexto de inflación en permanente ascenso los jubilados perdieran, también permanentemente, poder adquisitivo.
En términos concretos, durante julio, los jubilados con 30 años de aportes efectivos recibirán un ingreso bruto de $379.298,16, incluyendo el bono extraordinario. Tras los descuentos, el monto neto asciende a 370.158 pesos. Para quienes no acceden al bono, las cifras muestran una suba del 1,5%, correspondiente a la inflación de abril, lo que llevó el haber mínimo sin bono de $304.723,93 a $309.298,16. El haber máximo también registró un aumento, avanzando de $2.050.503,62 a $2.081.283,91.
Otros beneficiarios del sistema, como quienes reciben la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), también verán aumentos modestos. Este grupo pasará de percibir $243.779,14 a $247.438,53. Cuando se incorpora el bono extraordinario, el ingreso mensual total asciende a $317.438,53, lo que representa un respiro, aunque insuficiente para contrarrestar el impacto de la inflación acumulada.
Un punto destacado del régimen jubilatorio es el reconocimiento adicional para aquellos que superan los 30 años de aportes. Por cada año extra, se suma un 1% del haber mínimo, hasta alcanzar un máximo del 15%, equivalente a 45 años de aportes. Este beneficio, si bien valorado, pone en evidencia las desigualdades dentro del sistema.