El 11 de abril de 2025, Jorge dejó atrás sus años en cautiverio para regresar al mar. Hoy, exactamente tres meses después, el tortugo más querido de Mendoza nada en aguas cálidas frente a Ubatuba, Brasil, y protagoniza un caso de éxito en reinserción marina que ya recorrió el mundo.
Según el monitoreo satelital, Jorge lleva recorridos más de 3300 kilómetros desde su liberación en Mar del Plata. El seguimiento científico liderado por la bióloga Mariela Dassis, investigadora del Conicet, muestra que el animal mantuvo siempre un rumbo certero, con patrones de migración esperables para su especie. "Tuvo un éxito absoluto para cumplir los desafíos que tenía", aseguró Dassis.
El trayecto de Jorge estuvo marcado por desplazamientos sostenidos hacia el noreste. Recién en Brasil, al ingresar a aguas con temperaturas superiores a los 22 grados, su comportamiento cambió: comenzó a moverse con más calma, permaneciendo durante días en zonas específicas, lo que sugiere que encontró ambientes adecuados para alimentarse y descansar.
En ese recorrido pasó por lugares como Lagoa dos Patos y Florianópolis, hasta instalarse frente a Ubatuba, donde hoy continúa su vida marina. "Debe estar comiendo cangrejos", dijo la especialista con entusiasmo, al señalar que, aunque no se lo puede observar directamente, el patrón constante de actividad y el buen funcionamiento del dispositivo de seguimiento indican un estado óptimo de salud.
La historia de Jorge ya fue publicada por National Geographic, convirtiéndose en un símbolo de conservación marina y un caso ejemplar de reinserción.