Un hombre y una mujer de mediana edad fueron grabados pintando con aerosol unas rocas cerca del dique Potrerillos y las imágenes se viralizaron en las últimas horas en las redes sociales.
El hecho sucedió el fin de semana a la vera de la ruta 7 cuando la pareja fue sorprendida por el conductor de un vehículo que les recrimina la actitud y los comienza a filmar para escracharlos.
%uD83D%uDEA8 ¡INDIGNANTE! %uD83D%uDE21 Turistas DESTROZAN la belleza natural de Lago Potrerillos, #Mendoza, pintando con aerosol las piedras de la Ruta 7. %uD83E%uDEA8%uD83C%uDF04
— Líneas de Noticias (@LineasNoticias) July 22, 2025
Como si fuera poco, se excusan con un "no sabíamos" y luego INSULTAN al que los escracha! %uD83E%uDD26%u200D%u2642%uFE0F %uD83D%uDE24#viral #argentina #videoviral pic.twitter.com/XIXIyJT0Pl
La pareja, visiblemente avergonzada, se acerca al automovilista para disculparse y se excusan aduciendo que "no sabían" que no se podía pintar las piedras pero luego, ante la recriminación insistente del conductor, la situación se torna violenta y comienzan los insultos cruzados.
Casos similares en San Rafael obligados a limpiar pintadas
En los últimos años hubo al menos tres casos de turistas que fueron escrachados por pintar rocas en Valle Grande que tuvieron que remover las pintadas o pagar por ese trabajo.
El primer caso, que sentó un precedente, ocurrió el 22 de julio de 2018 cuando tres jóvenes oriundos de Bowen pintaron grafitis en el cerro "Mil Hojas" y la Justicia local los obligó a removerlos. Sus padres pagaron a una empresa para ello.
Un año después, el 17 de noviembre de 2019, cuatro turistas de General Pico (dos adultos y dos adolescentes) pintaron con un aerosol sus nombres y otros dibujos también en el Mil Hojas. Fueron fotografiados y escrachados en Facebook.
La Justicia actuó y para poder salir de la provincia debieron remover las pintadas.
En febrero de 2020 una familia de la localidad bonaerense de González Catán señalada de "graffitear" una roca en Valle Grande se hizo responsable del hecho, aduciendo que fue la picardía de una hija menor de edad, y se comprometió a pagar el servicio para remover la pintada.