El juicio por la muerte de Valeria Ramírez (26), baleada en el rostro en su casa de Godoy Cruz a fines de 2022, llegó a su fin este viernes con el veredicto del jurado popular que entendió que se trató de un accidente.
Este viernes arrancó con la etapa de alegatos finales, donde los acusadores y defensores del policía elaboraron las conclusiones sobre su teoría del caso. El jurado consideró que fue un homicidio culposo. En otra audiencia, se resolverá cuántos años podría pasar en la cárcel (de 1 a 5 años).
El primer turno fue para el jefe fiscal de Homicidios, Fernando Guzzo, quien ratificó que se trató de un femicidio y descartó que el disparo letal lo efectuó accidentalmente el hijo de la mujer, un niño de 4 años. Entre las pruebas , enumeró "la trayectoria del disparo, el rastro de pólvora negativo en el menor y positivo en la única prenda de vestir que tenía Franco Cuello, la declaración del niño en cámara Gesell que dijo 'mi papá mató a mi mamá'".
"El acusado, experto tirado, le disparó a Valeria Ramírez a corta distancia a una zona que sabía que era letal. En vez de proteger a su hijo, lo usó como un escudo para esconder el femicidio que cometió", analizó el fiscal del juicio.
"La defensa ha tratado de ridiculizar la acusación, con acotaciones que nada aportan a la solución de este caso. Se trataba de una relación totalmente asimétrica donde el imputado la manipulaba sometiéndola al ciclo de amor violencia, perdón y reconciliación. pero siempre ella quien debía resignar todo", concluyó, exponiendo el contexto de violencia de género.
La abogada querellante, Jimena Villanueva, adhirió a los planteos de la Fiscalía sobre el femicidio y agregó que el día que ocurrió el crimen era, paradójicamente, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
El abogado defensor Leonardo Pasccón insistió con su coartada: un hecho accidental y una escena del crimen alterada. Apuntó que no se respetó la cadena de custodia en las pruebas científicas que se analizaron, particularmente del pantalón del sospechoso donde se hallaron rastros de pólvora y el arma reglamentaria desde la cual se efectuó el disparo.
"Franco Cuello nunca dijo que había sido su hijo el autor del disparo. Hasta ayer en el juicio. Se la bancó como un duque, se comió 3 años presos hasta que no dio más. Es la declaración más sincera que he visto en mi vida. Se cansó de esto", argumentó.
"Lo que realmente ocurrió es un accidente, un nene que dispara un arma por un tipo que cometió un descuido y se lo va a reprochar toda la vida", planteó el abogado del policía.
El hecho
En la noche del 25 de noviembre de 2022, Franco Cuello y Valeria Ramírez estaban en la habitación del domicilio donde convivían en el barrio La Gloria.
La mujer recibió un disparo a corta distancia que ingresó por su nariz, atravesó su tórax y salió por la espalda. Perdió la vida a los pocos minutos.
El policía que prestaba servicios en el Grupo Especial de Seguridad (GES), una de las divisiones más selectas de la fuerza, manifestó informalmente que había sido el hijo de 4 años quien efectuó el tiro.
Luego le dijo a sus colegas que se le escapó a él mismo cuando limpiaba el arma -siempre bajo la teoría de un accidente y no de un femicidio-.