Paloma León Araya (53), una mujer trans, fue condenada a 8 años de prisión en efectivo por trata de personas, tentativa de extorsión y robos agravados.
La resolución judicial estableció una "pena única" para la mujer que deberá ser cumplida en su totalidad en el complejo penitenciario Almafuerte II, ubicado en Cacheuta, por los graves delitos cometidos.
León Araya acumuló tres condenas: dos emitidas por la Justicia provincial y una tercera dictada en el fuero federal, por lo que fue la jueza Mónica Romero quien decidió unificar todas las penas.
La mujer operaba una red de prostitución en el área de la Costanera, donde explotaba económicamente a mujeres, muchas de ellas en una situación de extrema vulnerabilidad o con problemas de adicciones.
Cómo operaba la mujer trans
La acusada operaba desde un departamento que fue acondicionado para servicios sexuales, utilizando una terraza para ejercer control sobre los movimientos de las víctimas.
Además, las "escuchas telefónicas confirmaron las maniobras de extorsión y control" que ejercía sobre las trabajadoras sexuales.
León Araya captaba mujeres trans y travestis, ofreciéndoles una supuesta "seguridad" en las zonas que ella controlaba como San José, la Cuarta Sección Este y parte del carril Rodríguez Peña, a la que denominaba "La Ruta".
A cambio de esta "protección", las víctimas estaban obligadas a pagar una "plaza" para poder ejercer su trabajo, además de pagar por el uso de las habitaciones y entregar una comisión por cada servicio sexual.
La coerción se reforzaba con multas y deudas: las trabajadoras que no asistían a las reuniones obligatorias de cobro eran multadas con $10.000, y en varias escuchas "se registraron conversaciones sobre préstamos, dinero retenido del ANSES y deudas que superaban los $300.000".
(Con información de Mendoza Today)