Encontraron muerto a un testigo clave en el juicio contra el ex juez Walter Bento

Hace 3 minutos

Fue hallado sin vida en su vivienda y todo apunta a un suicidio. Enfrentaba su propio juicio por contrabando.

El juicio contra el ex juez federal Walter Bento sigue generando casos relacionados. Esta vez hallaron muerto en su casa a un testigo clave de la investigación que llevó al ex magistrado al banquillo de los acusados.

Se trata de Javier Santos Ortega, acusado de contrabandista y uno de los testigos centrales para intentar demostrar que Bento recibía coimas para liberar a presos en causas que tenía a su cargo.

Walter Bento está acusado de liderar una banda para sacar presos a cambio de coimas.

Walter Bento está acusado de liderar una banda para sacar presos a cambio de coimas.

Según informó el Diario El Sol, "todo apunta a un suicidio ocurrido pocos días después de que la Justicia ordenara su detención y traslado a la Unidad 32, el centro de detención de los Tribunales Federales de Mendoza".

Es que Santos Ortega enfrentaba un juicio por contrabando en una causa independiente a la que involucra a Bento y la fiscalía había solicitado su arresto.

Si bien en su vivienda encontraron pastillas, comida y una Biblia abierta sobre la mesa, el testigo se habría quitado la vida con una soga atada al techo.

El diario capitalino recordó que "Santos Ortega era considerado un testigo clave en la investigación por presunta asociación ilícita y cohecho contra el ex magistrado. En su declaración había admitido el pago de sobornos a la red que, según la acusación, encabezaba Bento, y entregó su teléfono celular como prueba".

También reveló que vendió un departamento en la Quinta Sección de la Ciudad de Mendoza por 180.000 dólares al esposo de María Carolina Bartolini, entonces funcionaria del Juzgado Federal N°1, donde se tramitaba su causa por contrabando agravado.

Para los fiscales, esa operación inmobiliaria ocurrió mientras el expediente estaba en trámite y debía ser investigada como posible cohecho.

Además había declarado que fue contactado por el ex despachante de aduana Diego Aliaga -asesinado en 2020-, quien le ofreció una lista de abogados presuntamente vinculados a la red de corrupción judicial, lo que permitió que tanto él como su socio, Juan Carlos Molina, accedieran a la prisión domiciliaria a cambio de pagos ilegales.