El ministro de Producción, Rodolfo Vargas Arizu, dio detalles de lo que se resolvió sobre los cambios en el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) en una reunión en Buenos Aires con el Secretario de Agricultura, Sergio Iraeta.
La reunión tuvo como objetivo evaluar las nuevas funciones del INV, ahora que pasó a depender de la Secretaría de Agricultura y no tendrá más autonomía.
Vargas Arizu detalló que "acordamos cómo va a ser la registración del viñedo el CIU (la declaración jurada del ingreso de la uva) va a seguir, nos quedan algunos detalles pero el CIU pero va a seguir el control de la trazabilidad de la zona y de la variedad". Sí habrá modificaciones en la fiscalización final del vino en botella.
"Entendiéndose del final, en planchada de bodega, producto terminado. Sea un producto terminado en botella, en cajita o en granel para las bodegas trasladistas, se van a evitar controles permanentes dentro de las bodegas. Así que hay una desregulación razonada entre toda la actividad vitivinícola y eso va a traer más soltura".
Para Vargas Arizu, "fue una de las mejores reuniones vitivinícolas que he podido presenciar en pos del desarrollo y crecimiento de este sector. Coincidimos todos en cómo seguir trabajando para fortalecer nuestra vitivinicultura".
Junto con otros órganos nacionales el INV perdió la autarquía financiera, técnica y funcional para "la promoción y el control técnico de la producción, industria y comercio vitivinícola". El nuevo artículo eliminó la facultad de "promoción", limitándola al control técnico.
También se eliminó el Consejo Directivo o Asesor
Es el órgano históricamente compuesto por gobiernos de las provincias productoras y representantes de cada una de las cámaras de productores e industria (cooperativismo, bodegas elaboradoras, fraccionadoras y sindicatos) perdió tal configuración al no existir el Consejo Asesor.