En las últimas horas, Robbie Williams sorprendió al confesar que sufre de síndrome de Tourette. La revelación ocurrió en el pódcast británico I'm ADHD! No You're Not, en un episodio lanzado durante el Mes de Concientización sobre el TDAH que se celebra este octubre.
En ese sentido, describió cómo el trastorno neurológico que causa movimientos y sonidos repetitivos e involuntarios, llamados "tics", que las personas no pueden controlar fácilmente, afecta su vida diaria y su carrera. "Descubrí que tengo Tourette, pero no se manifiesta externamente. Son pensamientos intrusivos que ocurren dentro de mí", explicó.
"Tengo una relación muy complicada con las giras y las actuaciones en vivo. La gente piensa que debería emocionarme, pero en realidad estoy aterrorizado", reveló.
Según el cantante, él aprendió a esconder sus problemas al proyectar una imagen de seguridad que oculta su vulnerabilidad real. "Parezco lleno de bravura y hago grandes gestos, pero en el fondo siento todo lo contrario", se sinceró.
La salud mental marcó la vida del artista, de 51 años, a quien fue diagnosticado con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en tres ocasiones. Tras recibir el primero -precisamente en el año 2006- probó el tratamiento farmacológico con la intención de encontrar la cura definitiva. Sin embargo, terminó con un abuso de la medicación. "Empecé tomando las pastillas y acabé triturándolas e inhalándolas", manifestó.
El interés del artista por comprender su salud mental no es nuevo. Ya en 2018, en una entrevista radial con la BBC, expresó su preocupación: "Es un trabajo realmente duro estar dentro de mi cabeza. Puede que tenga Asperger o autismo. No sé en qué espectro me encuentro, pero sé que en alguno". Recientemente, como parte de su proceso de autoconocimiento, se sometió a una prueba de autismo. Aunque el resultado fue negativo, identificó rasgos autistas, especialmente vinculados a la ansiedad social y a la necesidad de un refugio seguro. "Cuando estoy en la cama, ese es mi lugar seguro. Cualquier lugar fuera de la cama es mi zona de incomodidad", explicó.
Por último, Williams señaló que, si bien experimentó algunas mejoras, la sensación de incomodidad sigue presente. Debido a esto, todavía explora diferentes maneras de entender e interpretar su situación.