Juan Román Riquelme les dio una palmada en la espalda a cada uno de los jugadores de Boca, les deseó suerte y les pidió que defendieran la camiseta azul y oro con las mismas ganas que lo hubiese hecho él. Sorprende que el presidente y máximo ídolo no acompañara a la delegación rumbo a Estados Unidos, donde se disputará el Mundial de Clubes. Pero hay un importante motivo que justifica su ausencia: se reunirá con Leandro Paredes para lograr su vuelta de una vez por todas.
Luego del encuentro de este martes ante Colombia en el Estadio Monumental, el último de la Selección Argentina en esta doble fecha de las Eliminatorias, el histórico enganche se juntará con el volante y tratará de destrabar su regreso. Le consultará cuáles son sus intenciones y le hará una propuesta para sacarlo de Roma.
Es un hecho que Leo no disputará el Mundial de Clubes con el escudo azul y oro bordado en el pecho , pero en los últimos días fue acercándose a Román y a los propios hinchas xeneizes, que quedaron con la espina clavada -y algunos bastante dolidos- tras su frustrado retorno a principios de año . "La gente está muy ilusionada y prefiero que las cosas pasen", aseguró recientemente en Telefé.
Será la primera vez que Riquelme y Paredes charlen cara a cara luego de un largo tiempo y varios cortocircuitos. El último encuentro había sido en el predio de Ezeiza después de la despedida del oriundo de Don Torcuato en La Bombonera, allá por finales de junio de 2023. En tierras bosteras, sin embargo, nadie se anima a descartar que haya habido algún contacto en los últimos días.
El campeón del mundo y bicampeón de América tendrá que dialogar también con Gian Piero Gasperini, flamante técnico de la Loba, para ver en qué lugar de su consideración se encuentra. Por más que, a priori, su marcha de la capital italiana no parezca una operación compleja, ya que el propio futbolista gestionó al momento de su renovación una cláusula de salida a favor de Boca por apenas 3.5 millones de euros , lo que complica la vuelta al país es su exorbitante contrato, difícil de desembolsar en el fútbol argentino.
En las últimas negociaciones que tuvieron, Paredes pidió un salario que superaba al de Edinson Cavani, el mejor pago del plantel profesional, y Riquelme no estuvo dispuesto a dárselo. Incluso, el padre del propio volante reclamó en febrero un mayor esfuerzo dirigencial y desde el lado del club retrucaron que esperaban que su hijo hiciera más para salir de la capital italiana.
Así se fueron pasando la pelota, de un lado al otro. Hasta ahora, que volverán a reunirse por el bien de Boca. Román se quedó en Buenos Aires e intentará cerrar su llegada a toda costa. Es el gran deseo de su gestión como presidente y el refuerzo de jerarquía que busca para dar pelea la próxima temporada y cambiarle la cara al equipo.