Luego del holgado triunfo por 3-0 ante Gimnasia en el que River celebró reencontrarse con la eficacia que tanto necesitaba, la nota negativa había llegado de la mano de Miguel Ángel Borja, quien dejó la cancha entre lágrimas por un dolor en su aductor derecho . Sin embargo, en la práctica de esta mañana hubo señales de alivio.
El Colibrí se mostró muy recuperado y el cuerpo médico decidió que no era necesario someterlo a estudios médicos. Al parecer, no se trata de un desgarro, sino de una dolencia en la zona de la inserción del músculo con la zona inguinal. Una buena noticia, que de todos modos necesita una ratificación en la semana.
Aunque hoy alterna con Sebastián Driussi (hizo su primer gol desde que volvió ) y Facundo Colidio, el colombiano es el único número 9 natural que tiene el plantel. Además, con cuatro tantos, es el principal artillero del Millonario en el año. Por eso, su presencia ante la inminencia del superclásico ante Boca es muy importante.