Murió el misterioso hincha que inspiró el apodo de gallina

Hace 6 minutos

Néstor "Gallo" Gesualdo, fanático de Banfield, lanzó una gallina con una cinta roja en el regreso de River al torneo argentino tras su derrota en la final de la Libertadores 1966, ante Peñarol. El resto de los clubes lo adoptaron como burla pero luego River lo incorporó como orgullo. El protagonista nunca quiso revelar su nombre ni su rostro

 Mientras sus familiares, sus amigos y toda la comunidad de Banfield lo despiden con dolor y reconocimiento en estas horas, el fútbol argentino finalmente conoció un nombre que se mantuvo en secreto durante 59 años y que, sin embargo, dejó una marca:fue quien creó el apodo que nació como estigma para River pero luego el club de Núñez transformó en orgullo. Néstor "Gallo" Gesualdo, que murió este miércoles a sus 83 años, fue el hincha de Banfield que tiró una gallina al campo de juego en 1966 para burlarse de un River que acababa de perder la final de la Copa Libertadores ante Peñarol.

Falleció el 'Gallo' Gesualdo. Se fue dejándonos toda su leyenda. Un símbolo de Banfield. Hincha desde la cuna y socio vitalicio hasta la tumba. Merecido y bien ganado tiene nuestro homenaje; reconocimiento; mención y minuto de silencio", se reprodujo en los foros del club del sur del Gran Buenos Aires en las últimas horas, anticipándose al tributo que recibirá este domingo, antes del partido contra Estudiantes.

Los hinchas más históricos de Banfield, sin embargo, conocían además que el Gallo Gesualdo escondía una travesura que llegó muy lejos y que, por algún motivo, nunca quiso contar públicamente con su nombre y rostro. No deja de ser una curiosidad del destino: el "Gallo" inspiró el apodo "Gallina" , aunque su apodo personal fue anterior al que recibiría River. Eran tiempos, en 1966, en los que el club de Núñez había pasado de ser el gran campeón del profesionalismo a sumar subcampeonatos, en medio de los 18 años sin títulos, entre 1957 y 1975.

Sin Gesualdo, River nunca habría sido apodado Gallina. En la arqueología del club, el primer apodo fue "Darsenero", acorde a la ubicación de su primera cancha, en la Dársena Sur, cerca de donde en la actualidad funciona el Casino Flotante de Buenos Aires. Luego, tras la mudanza a La Boca y a Recoleta, River pasó a ser "El ex Darsenero". Hasta que, desde 1932, a partir de la contratación del delantero Bernabé Ferreyra -el futbolista que hizo de River un club verdaderamente popular y ganador-, el diario Crítica impuso el apodo "Los Millonarios".

Una parte de la historia es conocida. Ya en 1966, River entregó una increíble final de Copa Libertadores contra Peñarol de Uruguay, en Chile: arrancó ganando 2 a 0 pero en el segundo tiempo perdió 4 a 2. Al regresar a la Argentina para el partido siguiente del torneo local, la hinchada de Banfield recibió a River con una gallina pintada de rojo y blanco dentro de la cancha.

Durante algunos años, el apodo "gallinas" fue motivo de escarnio hasta que, a partir de la década del 70, la hinchada hizo una toma de judo y convirtió lo que había sido creado como motivo de vergüenza en un orgullo propio. Desde entonces, los hinchas de River pasaron a decir que son gallinas como los de Boca se jactan de ser bosteros, los de Newell's, leprosos, y un largo etcétera.

Sin embargo, el misterio de siempre fue: ¿quién había lanzado esa gallina? En verdad, en "el mundo Banfield" se sabía que Gesualdo había sido el autor, pero el protagonista nunca lo reveló fuera de su barrio. Siempre vecino del estadio Florencio Sola, prefirió mantener el anonimato: según explicaba a amigos y familiares, temía que los fanáticos de River se enojaran, sin percibir que en realidad hasta las propias gallinas están orgullosas de serlo.

Hace 20 años, aproximadamente, la producción de Susana Giménez lo contactó y le hizo una oferta económica para que visitara los estudios de Telefé. Se negó. También la filial de hinchas de Boca de Brandsen lo invitó para compartir un asado y hablar de aquella ocurrencia que, justamente, tanto les dio de comer a los hinchas de Boca, pero volvió a decir que no.

Sin embargo, Gesualdo -que fue plateísta y abonado de Banfield durante 60 años- se jactó en el barrio durante mucho tiempo de haber tirado la gallina. Si a los vecinos les contó la historia infinidad de veces, a los periodistas se las negaba cuando se le acercan. En verdad dio una única entrevista, al periodista Juan Manuel Cignoni, un cronista de su confianza, a cambio de que no publicara su nombre ni revelara su rostro.

En esa charla contó que, al día siguiente de que River perdiera la final de la Copa 1966, se juntó con amigos de Banfield. Faltaban tres días para que el reciente subcampeón de América visitara la cancha de Peña y Arenales y decidieron dedicarle una cargada: allí surgió la idea de la gallina que contó con el aval del comisario de la época para que hubiera una zona liberada el domingo en el estadio.

Así fue que, minutos antes del partido, una gallina escondida pasó a la zona de boleterías del estadio. Gesualdo cubrió al ave con una cinta roja para que se pareciera a la camiseta de River, junto con sus compañeros lo guardaron en una bolsa, lo pasaron a la zona de plateas y, cuando los jugadores de River salían a la cancha, lo tiraron a sus pies. La gallina cayó delante de Pinino Más y recibió una patada brutal del delantero.

El mote quedó y durante mucho tiempo varias hinchadas tiraron gallinas para recibir a River, de la misma manera en que en el Monumental se les daba la "bienvenida" a Boca con cerdos. En 1984, Chacarita jugó ante River en la cancha de Ferro y un hincha del equipo de San Martín entró al campo de juego con una gallina y la tiró delante de los jugadores de River. Nery Pumpido, después arquero campeón del mundo, la mató de una patada. Hoy sería un escándalo.

¿Y qué pasó con aquella gallina original, la de 1966? Gesualdo -conocido por todo Banfield- contó en su única entrevista que el Portugués, el canchero del club, la llevó al vestuario durante el partido, la mató en el lugar y esa noche la convirtió en guiso. Ya había nacido un apodo eterno.