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El fútbol argentino vuelve a decir presente entre las mayores promesas del planeta. Matías Satas, marcador central zurdo de la Reserva de Boca, fue incluido por The Guardian en su tradicional informe "Next Generation", que destaca a los 60 mejores talentos nacidos en 2008. Junto a él, también figura Thomas De Martis, de Lanús, como los únicos representantes argentinos en la lista.
Nacido el 28 de febrero de 2008 en Morón, Satas comenzó a dar sus primeros pasos en el Club 77 de Castelar antes de sumarse a las inferiores de Boca en 2017. Con apenas 17 años y 1,84 metros de altura, ya firmó su primer contrato profesional, convirtiéndose en el primer futbolista de su categoría en hacerlo dentro del club. Zurdo, técnico y con una madurez poco habitual para su edad, se convirtió en uno de los proyectos más valorados en el predio de Ezeiza.
"Me dicen que me parezco a Cuti Romero o a Lisandro Martínez", suele reconocer con orgullo. Su estilo combina agresividad defensiva con serenidad para salir jugando. Posee buen timing en los cruces, juego aéreo sólido y una gran zancada. Además, tiene buena salida desde el fondo, e incluso es encargado de patear los penales de su equipo por su temple y técnica.
Su liderazgo también lo llevó a capitanear la Selección Argentina Sub-15 en el Sudamericano 2024, donde el equipo finalizó tercero. En Boca, realizó la última pretemporada con la Primera dirigida por Fernando Gago y debutó en Reserva durante este año, consolidándose como uno de los juveniles con mayor proyección en el fútbol argentino.
Más allá de su rendimiento, el oriundo de Morón se distingue por su mentalidad. "Siempre tenés que dar el ejemplo porque sos un referente. Hay que ser positivo y nunca negativo", repite como lema personal. Admirador de Lionel Messi, busca crecer con la humildad y el profesionalismo que, según quienes lo conocen, lo caracterizan desde chico.
En el informe de The Guardian también aparecen nombres prometedores de otras regiones, como Gilberto Mora (México), Julian Hall y Jude Terry (Estados Unidos), o Luis Suazo (Honduras). Pero el fútbol argentino vuelve a tener su sello en la élite juvenil del mundo, y Satas es hoy uno de los símbolos de una nueva camada que ilusiona a Boca y a la Selección.
