Una cuestión de tiempo

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Memorias del Alma | por Susana Platero

Todo en la vida es cuestión de tiempo. El tiempo es el que regula "nuestros tiempos", es el que va diseñando el camino que transitaremos por el lapso que estemos en esta tierra. Somos finitos e infinitos en cada momento del día.

El tiempo es el requisito indispensable para la siembra y la cosecha. Es el compás armonioso en una partitura musical. Es la cadencia imperceptible del agua en el mar en calma y la furia interminable durante una tormenta. El tiempo es en presente siempre. Es lo que fue y será lo que vendrá, aunque irónicamente sólo tenemos un instante real y verdadero que es el tiempo maravilloso que vivimos ahora.

Hay un tiempo de opuestos necesarios, el de la paz y el de la guerra; el de la armonía y la desunión; el de la igualdad y el de la desigualdad; el del amor y también el del odio. Es justamente por el conocimiento del opuesto que aprendemos a valorar la importancia de los buenos tiempos, la construcción de las historias inolvidables y fundamentalmente la proyección para instantes bendecidos de plenitud.

Hay un tiempo para todo... y es tu tiempo. Se puede compartir, disfrutar, donar, pero no vivir por otros. Aceptarlo es comenzar a valorar el lapso de eternidad que tenemos y honrar "nuestro tiempo" en esta fracción que nos toca transitar.