Cargando...A veces, sólo necesitamos tener la certeza de que en el mundo están todas las oportunidades que esperamos. Hay para todos en forma ilimitada, pero sólo tienen un condicionante que nos paraliza y muchas veces nos hace dudar de ellas: la creencia.
Hay que creerse merecedor de todas las coincidencias; sentirlas en la piel, en la mente y en el alma. Dibujar los sueños con sus líneas para poder reconocerlas cuando aparezcan. No tienen tiempo ni edad; no portan fecha de vencimiento y pueden aparecer cuando uno abre una puerta con la convicción del motivo.
Las oportunidades, a diferencia de los nos hicieron creer, están esperando por nosotros, por la fe para concretarlas, por la ilusión de llenar de sentido nuestra existencia y sobre todo para convencernos que siempre hay una encrucijada que nos llevara por el camino que nos atrevemos a crear.
