Mirar de nuevo

Hace 3 minutos

Memorias del Alma | por Susana Platero

Transitamos la vida día a día, con su conjunción de horas y minutos, con sus luces y sus sombras, con sus emociones y sus tristezas. Caminamos como si tuviéramos todo el tiempo del mundo, pero perdiendo detalles del instante preciso del recorrido.

Andamos porque sí, llevando la rutina por delante; empujando con lógica las conductas aprehendidas: trabajamos, educamos y cuidamos a los que amamos, tratamos de ser plenos y eso nos merece el premio de una sonrisa y un suspiro antes del descanso. Somos la sumatoria de sucesos que nos cierran el balance al final de la jornada.

Si aprendiéramos a mirar de nuevo el tiempo aceptaríamos el dolor que traiga y aprenderíamos la lección que guarde. Solo así sentiremos a la felicidad como un todo que nos contiene y no como un momento que nos limita.

La felicidad no es una excusa en una obligación o al menos una responsabilidad. Es darle sentido a la existencia y no quedarse en los peldaños del reclamo y la desdicha. Somos dueños de nuestra vida y responsables por las elecciones.

Hay que jugarse por cada instante, mirar con otros ojos, intentar nuevos caminos dentro de las rutinas, priorizar aquellos sueños que olvidamos y darnos sentido a nosotros mismos para poder aceptar que somos felices, aún en sombras y sin excusas.


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