Memorias del Alma: Entre recuerdos y memoria

Sábado, 18/11/23 20:30

por Susana Platero

Hay una sutil diferencia entre el recuerdo y la memoria. El recuerdo es un conjunto de imágenes que quedan en la mente y la memoria es la capacidad del cerebro de retener la información y recuperarla voluntariamente.

En cada uno de nosotros el proceso es único e intransferible; formamos recuerdos en forma proporcional a la emoción aplicada al corazón y no tanto a la razón que ponemos en la mente. Nos pasan cosas a cada instante, de hecho un instante es lo que se transforma en recuerdo, para siempre o por un rato.

Atesorar recuerdos es ir armando la historia personal y dibujarla en el tiempo. Es acomodar las memorias por su grado de amor, por la ternura, por la emoción que se volvió latido o por el dolor que se tornó imborrable.

La memoria, por su parte, es el arte de guardar recuerdos, porque hay cosas que no se olvidan aunque quisiéramos y hay otras que se esfuman cuando intentamos recuperarlas.

Hay memorias vivas y están las que intentamos que no mueran, por eso las contamos y las repetimos y las transformamos en hitos para nosotros y ojalá también para los otros que no dejaran que nos olviden.

Hoy estamos perdiendo la memoria porque no ejercemos la capacidad de atesorar historias de nuestra vida, de guardar olores y colores, de ver en un jazmín los ojos de tu madre o de trascender el atardecer y volverlo un cuadro inolvidable con nosotros en él.

Hay que contarnos las historias, hay que guardarnos las vivencias, hay que escribir la semblanza para nuestra descendencia con tinta indeleble, porque la vida se resguarda con memoria y la memoria se escribe con la vida.