Marcia Nahir Bustos lleva en su genética la música y en su alma la poesía que sembró su padre, el gran Anselmo de Mendoza. Su canción emociona, trasciende pensamientos y hace bailar según el proyecto musical que la contiene, pero siempre con un solo objetivo: conectar a través de la música.
El próximo sábado 16 de agosto en la Biblioteca Mariano Moreno, Tu Señora Cumbiamba - una de las formaciones que nos permite conocerla - celebra cumpleaños y desde InfoYA! nos sumamos al festejo compartiendo un trocito de la historia de esta banda que nació en el 2014 y que sirvió de excusa para conocer el sentir de su vocalista: Marcia Bustos.
Marcia es música, cantante y profesora de música. Desde hace años, la música ha sido para ella "una forma de compartir, aprender y conectar con los demás". Actualmente participa en tres proyectos artísticos: Marcia Bustos & Julio Tobares de folclore latinoamericano. De Sangre Cuyana una propuesta de folclore cuyano junto a su hermana Alba Daniela Bustos, con el acompañamiento de Julio Tobares y Luis "Beto" Tobares", y la banda de cumbia colombiana Tu Señora Cumbiamba.
¿Cómo fue tu inicio en la música?
No tengo un recuerdo exacto de cómo comenzó mi camino en la música; simplemente siempre estuvo presente. Desde pequeña, fue parte de mi vida, de la mano de mi madre y mi padre, como algo cotidiano y esencial. Al gustarme tanto, lo único que tuve claro desde siempre fue que quería que la música me acompañara en todos los aspectos de mi vida: en lo laboral, en lo artístico, y en lo personal.
Del folclore a la cumbia ¿Cómo fue el camino?
No fue algo planeado. Empezó como una invitación de mi amigo y colega Martin Villegas, una curiosidad, y terminó siendo parte de mí. El folclore cuyano siempre estuvo en casa, en mi historia. La cumbia llegó después, con amigos, con la banda, con ganas de jugar y compartir. Me di cuenta de que también podía expresarme desde ahí, y que la música no tiene fronteras cuando se hace con amor.
¿Cómo nace Tu Señora Cumbiamba?
Tu Señora Cumbiamba nació alrededor del año 2014, como una reunión espontánea de amigos que se juntaban a tocar y compartir música en las calles de San Rafael. Al principio lo hacían "a la gorra", en un punto muy particular: frente a Adamo Video, donde muy generosamente les brindaban luz para poder tocar. Ese espacio se volvió un pequeño escenario urbano, y con el tiempo empezaron a surgir las primeras contrataciones. Eso los llevó a pensar el proyecto con más seriedad artística, sin perder la esencia festiva y callejera que lo originó. La banda atravesó varias formaciones: en sus comienzos incluía instrumentos de viento, y con el paso del tiempo, al sumarse nuevos músicos, fue encontrando una identidad propia. Yo me uní en 2017 junto a Mario Suárez, y desde entonces el grupo ha seguido creciendo. Algunos amigos tomaron otros caminos, otros se sumaron al nuestro, y así llegamos a la formación actual, que sigue manteniendo el espíritu de encuentro, alegría y comunidad que dio origen a la banda.
¿Por qué el nombre?
El nombre surge de una mezcla de raíces, juego y espontaneidad. La palabra cumbia proviene del cumbe, que significa danza, y cumbiamba es una forma popular de nombrar una fiesta donde se baila cumbia-algo así como una "farra" en el lenguaje cuyano. Es una juntada alegre, comunitaria, donde la música y el baile son protagonistas. Siempre tratamos de sostener las raíces de la cumbia colombiana, respetando su esencia y ritmo, aunque con nuestro toque local. Y Tu Señora... bueno, empezó como un chiste entre amigos. Es una frase pegajosa, versátil, que puede tener muchas interpretaciones. Puede sonar divertida, irreverente, cercana. Y al combinarla con Cumbiamba, se volvió un nombre que nos representa: festivo, popular, con identidad propia.
¿Quiénes la integran?
La banda está formada por un grupo diverso de músicos que aportan su talento, estilo y energía y sensibilidad para dar vida a cada presentación: Martín Villegas en guitarra y voz. Sebastián Val con acordeón y teclados. Maximiliano Ponce en congas y accesorios. Mario Suárez en saxo. Camilo Gómez en batería. César Tobio en bajo. Yo soy la voz de la banda y también toco el güiro y Julio Tobares es el productor y operador de sonido.
¿Escriben sus canciones o hacen covers?
Tu Señora Cumbiamba tiene canciones propias, pero la mayor parte del trabajo actual está centrado en versiones de temas populares. Aunque se trata de covers, cada uno es adaptado cuidadosamente al formato orgánico de la banda. Reinterpretamos las canciones según nuestros instrumentos, nuestras voces y nuestra energía, buscando siempre conservar la raíz original, pero aportando nuestra identidad. Trabajamos desde el tiempo, la fuerza, la tesitura vocal y el carácter de cada integrante, para que cada versión suene auténtica y tenga el sello de Tu Señora Cumbiamba. No es solo tocar lo que ya existe, sino hacerlo nuestro.
¿Cómo han sido estos 11 años de actuación y fusión con el público?
A lo largo de estos 11 años, Tu Señora Cumbiamba se ha convertido en una marca, en una experiencia que se transmite de boca en boca. Han pasado distintos integrantes, pero la esencia de la banda permanece: una fusión intensa y auténtica con el público. Aunque en temas como difusión, redes o publicidad seguimos siendo amateurs, el reconocimiento ha llegado por el trabajo constante y por lo que sucede en cada show. Cuando la banda empieza a tocar, se despiertan momentos de euforia, alegría, relajación... emociones que se transmiten desde el amor y el cariño. Hay un feedback continuo entre lo que sentimos al tocar y lo que vive la gente al bailar. La intensidad de la banda se funde con la del público, y eso crea algo único: un espectáculo donde todos somos parte, todos somos creadores. El show no es solo nuestro, es de quienes lo viven con nosotros.
¿Están armando un show en la biblioteca ¿Cuándo y qué celebran?
Sí, el próximo 16 de agosto vamos a estar presentándonos en el Centro Cultural Argentino - La Biblioteca, un espacio que valoramos mucho por su historia y su vínculo con la comunidad. La ocasión es doblemente especial: celebramos mi cumpleaños y el de Maxi Ponce, percusionista de la banda. Y como no podía ser de otra manera, queremos festejarlo a lo grande, con música, alegría y el público que siempre nos acompaña. Va a ser una noche llena de ritmo, emoción y sorpresas, donde Tu Señora Cumbiamba va a compartir lo mejor de su repertorio y su energía con todos los presentes.
¿Cómo ves el escenario musical en San Rafael?
La verdad es que está difícil. Hay muy pocos espacios habilitados para tocar en vivo, y eso limita mucho el crecimiento de los proyectos locales. Por eso, desde Tu Señora Cumbiamba apostamos a la autogestión: organizamos nuestros propios eventos, buscamos lugares alternativos, y trabajamos en red con otros artistas para sostener la movida. Creemos que la música tiene que estar presente en la vida cotidiana, no solo en los grandes escenarios. Y si no hay espacio, lo creamos.
Marcia Bustos, la hija de Anselmo de Mendoza
¿Qué significa ser la hija de Anselmo?
La primera palabra que se me ocurre siempre es orgullo. Orgullo por su obra, por su legado como autor y compositor de música cuyana, y por el lugar que ocupa en la historia cultural de nuestra región. Pero más allá de lo artístico, el orgullo más grande es por el papá que fue: presente, amoroso, con una conexión entre nosotros que iba más allá del vínculo familiar. Era una relación de amistad, de complicidad, de compartir la vida con sensibilidad. Su música no solo fue parte de su obra, sino también de nuestra cotidianeidad. Y hoy, en cada proyecto que emprendo -ya sea trabajando como profesora de música en una institución educativa, con De Sangre Cuyana, o en los escenarios con Tu Señora Cumbiamba- hay algo de él que me acompaña. Ser su hija es llevar en el corazón una forma de hacer música con raíz, con respeto, y con ternura. Es saber que cada vez que suena una de sus obras interpretada por diferentes artistas, su espíritu sigue vivo.
¿Cómo fue tu infancia con su poesía y su música?
Mi infancia estuvo profundamente marcada por su arte. La poesía y la música de mi papá no eran algo que se escuchaba desde afuera: eran parte de la casa, del aire, de los momentos cotidianos. Recuerdo que muchas veces sus letras nacían en la mesa de la cocina, entre mates y silencios compartidos. Y cuando componía, yo sentía que estaba presenciando algo mágico, como si la música brotara de la tierra misma. Su obra me enseñó a mirar el paisaje con otros ojos, a escuchar el viento como si fuera una melodía, a entender que lo cuyano no es solo un estilo musical, sino una forma de sentir. Crecí rodeada de esa sensibilidad, y creo que por eso hoy la música no es solo mi profesión, sino también mi manera de estar en el mundo. Su arte fue mi cuna, y sigue siendo mi guía.