El sanrafaelino Fernando Carpena ganó el Certamen LEO Libros 2025

Hace 1 hora, 59 minutos

Su libro de cuentos de terror "Una bolsa llena de ojos" recibió el reconocimiento unánime del jurado en el concurso de la editorial mendocina Leo Libros.

Fernando Carpena (54) es de Buenos Aires, pero hace veinte años que reside en San Rafael por lo que ya es parte de nuestro patrimonio cultural. Está casado con Paula con quien tiene una hija llamada Alien. Este premio nos sirvió de excusa para volver a charlar con él y disfrutar la génesis creadora de un escritor que sorprende "cada vuelta de página".

¿Cómo comenzaste a escribir?

No recuerdo bien el cómo, pero si sé que es una consecuencia lógica de horas de lectura. Así como un chico quiere aprender fútbol luego de ver partidos en la cancha o en la tele, me pasó que, luego de maravillarme con las aventuras de libros tales como El mago de Oz, o La isla del tesoro, o Viaje al centro de la Tierra, empecé a sospechar que por ahí rumbeaba una vocación y empecé a escribir con mucha torpeza, pero con mucho entusiasmo unos primeros cuentos, allá lejos y hace tiempo. Luego, con los años, y viendo que la pasión no decrecía, continué aprendiendo y queriendo encarar escrituras más ambiciosas.

¿Cuándo te sentiste escritor?

Cuando escribí "Pasa tanto en Pasatanto", una novela para público juvenil que ganó el premio Vendimia. Independientemente del premio, que siempre ayuda a darle valor a tu escrito, fue la primera vez que sentí que había puesto algo muy íntimo en el papel, que había algo ahí que conmovía y hacía sentir empatía. Recuerdo lo mucho que me costó escribirlo y con el tiempo entendí que era por el nivel de entrega personal que le estaba poniendo.

El sanrafaelino Fernando Carpena ganó el Certamen LEO Libros 2025

¿Qué te inspira?

Todo. Hay historias escondidas en todas partes. Algunas me llaman la atención y otras no tanto. A veces se mezclan dos historias diferentes para generar una nueva y desemboca en un cuento o en una novela. Pero creo que lo importante es mostrarse permeable y atento a mirar el mundo que te rodea como si fuera la primera vez, a dejarse impactar por lo que la gente y las cosas te quieren decir. Uno no puede saber dónde va a estar la próxima historia ni de dónde va a venir la inspiración así que, por las dudas, hay que caminar con las orejas destapadas.

La literatura infantil fue tu fuerte por mucho tiempo ¿y ahora?

Ahora incursioné en la literatura para adultos: terror, policial, humor. No es que sea nuevo, hace rato lo hago, solo que, de alguna manera, la faceta de escritor de literatura infantil Juvenil fue la que cobró cierta trascendencia. Ahora quiero apostar a esta ola de géneros dedicado a un público más adulto. Todas las ideas que me vienen surgiendo aparecen por ese lado, así que hay que serle fiel a la inspiración.

¿Cómo se escribe el terror?

Escuchando y sintiendo. Muchas veces me cuestiono cuán factible es escribir terror, ya que a cada persona le asustan cosas diferentes. Pero a fuerza de intentarlo, me di cuenta de que hay algunos miedos muy primitivos, muy antiguos, que viven en todos y cada uno y que nos hermanan. La oscuridad, las enfermedades, lo conocido que de pronto se convierte en amenaza, la soledad. Todo esto puede ser simbolizado con sensaciones incómodas o monstruos que sean casi una metáfora. Luego, se decora el cuento con algunas herramientas literarias y se coloca ese miedo en el centro, ligeramente camuflado pero presente. Que la gente se identifique con ese lugar dónde ocurre la acción, o con esos personajes, y que luego descubra el horror. Ahí surge el miedo, porque uno sabe que lo que pasa en el cuento, les puede pasar a todos.

¿A veces te asusta lo que escribis?

No. Me divierto mucho haciendo terror. A veces me conmuevo, a veces me da repulsión casi a niveles físicos, pero no me da miedo. Me gusta cuando un cuento me genera esas sensaciones en el cuerpo. Cuando eso pasa, lo siento bien encaminado.

El sanrafaelino Fernando Carpena ganó el Certamen LEO Libros 2025

¿Este cambio de género es permanente o hay nuevos estilos para transitar?

Nada es permanente en literatura, creo. Hay mucho por hacer y mucho que escribir que no necesariamente será terror. Depende de la historia que me toque la puerta.

¿Cómo nació "Una bolsa llena de ojos"?

Este libro es una sucesión de cuentos de terror. Estaba intentando escribir otras cosas, pero los tiempos que vivimos me empujaron a escribir terror. Me entusiasmó la idea de hacerlo ya que vivimos en un tiempo de revalorización del género, gracias a Mariana Enríquez y a otros escritores que pusieron sobre la mesa el horror como género principal y no como un simple acompañamiento de otros géneros. A partir de ahí le di forma. Hay cuentos de más de diez páginas y hay otros de solo unos párrafos. Ojos aterradores de todos los tamaños. Una bolsa que espanta pero que no se puede evitar el asomarse.

¿Qué significa este premio para vos?

La oportunidad de compartir mi trabajo con la gente, la chance de trabajar con personas que hace rato que tenía ganas de trabajar, un sexto libro publicado, una cierta legitimización de que uno todavía anda con esas ganas de escribir intactas.

¿Estás trabajando en algún proyecto literario nuevo?

Estoy trabajando en una novela también para adultos, también lindante con cierto horror, una distopía extraña que genera una sucesión de cambios sociales. En la descripción de esos cambios radica el encanto de la novela, en ese "¿Qué pasaría sí...?" que estoy intentando presentar.

¿Cómo ves la literatura local?

Mendoza es un semillero de mucho talento. No voy a nombrar a nadie en concreto porque siempre corro el riesgo de olvidarme de alguno, pero leo y he leído autores fabulosos. Ese talento merecería un espacio mucho más grande en Argentina, el poder saltar las fronteras de la provincia y no siempre se logra. Ayuda el Premio Vendimia, ayuda ahora este concurso de Leo Libros. Fue una pena inmensa que no se haya seguido con el concurso de cuento fantástico "Liliana Bodoc" que era genial para presentar otro de esos géneros que a veces se menosprecian. Pero vivimos en una gestión en la que la cultura no es prioridad y por eso aplaudo y aliento a estas iniciativas como la de Ale Frías de poder hacer mover las palabras a través de publicaciones de cuentos y novelas. Ojalá haya más iniciativas así.