Con pasión

Hace 28 días, 21 horas

Memorias del Alma | por Susana Platero

Estamos olvidando el sentido de la pasión. Ese convencimiento absoluto de que podemos lograr un objetivo que nos llevará a sentirnos en la cúspide de los sueños.

Pasión es elección, pero sobre todo es decisión. Cuando sabemos que algo nos apasiona nos ponemos alertas, evaluamos el terreno, observamos lo que sentimos por sobre lo que decidimos. Combinar ambos, - sentimiento y decisión-, es entender uno de los tantos secretos de la vida.

La pasión es el motor que impulsa las grandes acciones. La historia se construye con el valor de aquellos que no perdieron de vista el objetivo planteado, pero que se permitieron cambiar la ruta cuando las cosas se complicaron demasiado.

Pasión es amarse. Es elegirse con Fe y saber con certeza que nadie puede construir tu entusiasmo. Hay que tener pasión para lograr los sueños, y para no bajar los brazos cuando los obstáculos se agigantan.

Pasión es compromiso, es ser honesto y constante para ir paso a paso, pase lo que pase y le pese a quien le pese.

El camino de la pasión es también el de la ambición, porque querer con pasión es saber lo que se elige. Ahí es donde la pasión juega su carta más fuerte porque se convierte en arrojo, en convicción, en esfuerzo.

La pasión es un impulsor maravilloso que estamos perdiendo por malinterpretarlo. Volver a traerlo a nuestra vida puede una experiencia enriquecedora, pero sobre todo... apasionante.

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