Antes de la asunción de Emir Félix como presidente del PJ de Mendoza, el peronismo era un barco a la deriva donde todos estaban peleados y la confrontación era moneda corriente entre los diferentes sectores.
Si bien ahora no es la panacea y sigue habiendo corto circuitos entre los intendentes y La Cámpora, Emir Félix consiguió, con mucha muñeca política, acercar posiciones y hablar de unidad para enfrentar las próximas elecciones y evitar una derrota catastrófica que hundiría al PJ una vez más.
Los compañeros reconocen que Félix trabajó arduamente, que se instaló en Mendoza donde a los políticos sureños les cuesta hacerse notar y son observados como mucho recelo.
"Hasta ahora la apuesta parece tener éxito, veremos si en el futuro se logra consolidar", opinó un ex legislador justicialista.