El arribo del abogado Roberto Castillo, acompañado de la mediática Cinthia Fernández, a San Rafael para representar a Julieta Silva revolucionó a los medios locales e incluso a los Tribunales locales donde varios se sacaron fotos con la pareja del letrado.
Castillo hábilmente direccionó la atención hacia su figura y la de su pareja y sin tener matricula habilitada en Mendoza consiguió rápidamente una reunión con el fiscal de la causa Fabricio Sidoti que está en todo su derecho en recibirlo.
Lo cierto es que para algunos letrados, a los que les cuesta acceder al fiscal o tienen que esperar para que los atienda, les provocó mucho malestar porque se sintieron discriminados.
Varios comentaron por los pasillos de Tribunales y en las afueras del edificio su descontento a la rapidez con que el fiscal atendió al abogado porteño y más de uno objetó que "ni siquiera tiene matrícula".
También fueron críticos con el Colegio de Abogados, presidido por Gonzalo Taboas, que no se expresó ante el accionar de un profesional que carece de habilitaciones para representar a una persona en esta jurisdicción.
A la queja de los abogados se les sumaron algunos legisladores provinciales que cuestionaron el accionar del Colegio que "no alza la voz y ni siquiera mueve un dedo para controlar el ejercicio de la profesión".