Una monja, o tal vez una mujer vestida de monja, robó en un kiosco céntrico

Mediante una maniobra se llevó varias cosas. No saben si era una religiosa verdadera o una disfrazada

Una monja, o al menos una mujer con hábitos de monja, robó en el quiosco "Sakura" ubicado en calle Las Heras, casi Maza,

El inusual hecho sucedió el 5 de noviembre por la mañana cuando la religiosa, o una supuesta religiosa, entró a comprar al local y pidió papel higiénico, servilletas de papel y otras cosas que estaban en la parte alta de la estantería y a la espalda de quien atendía, para que tuviera que darse la vuelta para tomarlos y bajarlos.

Creen que usó esa maniobra para agarrar algunas cosas y ocultarlas en la mochila que llevaba.

Finalmente no compró nada porque dio la excusa que volvía luego a buscar el pedido porque supuestamente tenía que ir un rato hasta el hospital a ver a alguien que estaba internado o que estaban por internar y no se lo podía llevar en ese momento.

Nunca más regresó pero al mediodía se dieron cuenta que faltaba una horma de queso de 5 kilos, unos yogures y algunos energizantes Monster.

Les quedó la duda si era una monja verdadera o una mujer disfrazada para robar. Lamentablemente no les quedó registro fílmico porque aún no tenían cámaras.

La estafa del comprobante falso de transferencia

Esto fue lo que colmó la paciencia en la gente del quiosco porque antes habían sido víctimas de la maniobra del comprobante falsificado, que cada vez está más perfeccionado.

En setiembre pasado se presentó un muchacho con casco de moto, eligió varias cosas en pares (dos paquetes de cigarrillos, dos encendedores, dos bolsitas de papas y otros), hizo la supuesta transferencia y mostró comprobante. Pero cuando se fue se dieron cuenta que nunca llegó el dinero.

En octubre volvió al quiosco, también pidió cosas de a pares y, aunque en esta ocasión no llevaba casco, lo reconocieron por el detalle de comprar doble y por la voz.

Entonces realizó la supuesta transferencia y le hicieron enviar el comprobante al teléfono del local.

Pero como no llegaba el dinero y dio un nombre diferente al que figuraba en el comprobante, le negaron lo pedido. Entonces se fue y luego borró el mensaje con el falso comprobante.

Una pareja con un bebé

Una situación similar vivieron el 30 de octubre por la noche con una pareja joven con un bebé.

Pidieron hamburguesas, pañales y otras cosas, hicieron el supuesto pago con la aplicación de BNA, mostraron el comprobante pero como habitualmente la billetera del Banco Nación tiene demoras en transferir, confiaron en ellos. Al final nunca llegó el dinero.

Dan a conocer estas situaciones para que los comerciantes estén atentos y además para que los clientes tengan paciencia cuando les piden esperar para comprobar que llegue el dinero transferido.

Por otra parte, se conoció que esta pareja con el bebé ha hecho lo mismo al menos en otro comercio del centro.