Un milagro y la ciencia le salvaron la vida a un beba prematura en el Schestakow

La beba estuvo internada más de 150 días en el área de terapia intensiva de Neonatología

Milagros Cisterna Campos nació con 26 semanas de gestación, apenas pesaba 750 gramos cuando en el hospital Schestakow se le realizó el parto a su mamá Fabiana.

A partir del nacimiento comenzó una tarea titánica en el área de terapia intensiva de Neonatología que combinó el uso de alta teconología y el trabajo de un equipo multidisciplinario que atendió a la beba y a sus padres durante más de 150 días hasta que le dieron el alta a Milagros.

El médico Gonzalo Herrera que participó con varios profesionales , todos a cargo del jefe del área Sergio Molina, brindó detalles del proceso que vivió Milagros durante la internación y cómo la ciencia y los médicos la mantuvieron con vida.

"Hace 15 años esto era imposible, hoy contamos con equipamiento de última generación y recursos humanos capacitados para poder salvarle la vida a esta beba", dijo el profesional y agregó que "estadísticamente son pocos los que sobreviven pero con los elementos actuales aumentamos considerablemente la expectativa de poder sacar adelante al paciente".

Relató que "fueron 6 meses de control continuo con médicos especializados, enfermeros, nutricionistas, psicólogos que apoyaron a los padres, infectólogos y neumonólogos pediátricos e intensivistas " y mencionó que "Milagros también ayudó en este proceso, la beba fue una guerrera y la semana pasada le dimos el alta".

Pero la historia no termina ahí, la familia humilde que reside en Salto de Las Rosas continua con los controles a su beba que se van a extender por seis años.

"Los padres estuvieron siempre acompañando, se los apoyó en todo momento, es gente humilde que tampoco se rindió", y reconoció que "hubo una combinación entre el milagro, por eso le pusieron ese nombre a la beba, y la ciencia aplicada por el recurso humano que tenemos en el hospital" y destacó la tarea que hicieron "las médicas intensivistas Natalia Bergero y Ana Laura García".

Hererra ponderó que "hubo una gran inversión en los últimos años con tecnología que se equipara a los mejores hospitales del país incluso de otras naciones por la complejidad que ofrece el equipamiento".

Detalló que "contamos con una ventilación mecánica de alta complejidad, respiradores automáticos múltiples de alta frecuencia "VAFO" y un equipo de hipotermia terapéutica corporal con monitor cerebral continuo más un equipo de multidisciplinario entre varios de los elementos que se incorporaron al área de Terapia Intensiva de Neonatología".

Ahora Milagros seguirá asistiendo a los consultorios de alto riesgo donde habrá un control continuo de su evolución.

"Estamos muy contentos porque fue un trabajo extenso, arduo y muy profesional para que Milagros pueda tener esta oportunidad de vivir y que sus padres la puedan disfrutar", expresó el médico intensivista.