Papelón de Boca: empató con Auckland City y quedó eliminado
El Xeneize no pudo con un equipo semiprofesional y quedó afuera del certamen intercontinental. Benfica, primero y Bayern Múnich, segundo
Papelón de Boca en el Mundial de Clubes. Luego de dos buenos partidos ante Benfica (2-2) y Bayern Múnich (1-2), el Xeneize no pasó del empate con Auckland City en Nashville y quedó eliminado.
El Club de la Ribera ganaba por un tanto de Nathan Garrow en contra pero el equipo neozelandés, semiprofesional, lo igualó a través de Christian Gray, que trabaja como docente en un colegio en su país . Quedó tercero del Grupo C con dos puntos, por detrás de los portugueses, líderes con siete, y los alemanes, segundos con seis unidades.
Contrariamente a todo lo que se habló en la previa, a Boca le costó demasiado el partido. Auckland City se abroqueló contra su propio arco, cerró los caminos y especuló con los nervios del Xeneize, que por momentos se atropelló y no supo cómo romper esa resistencia.
En la etapa inicial los de Russo tuvieron la pelota todo el tiempo, pero generaron muy pocas chances claras como para soñar con el milagro. Sólo se destacó un remate de Merentiel por encima del travesaño, y uno de Advíncula que el arquero mandó al córner.
Una vez abierto el marcador el trámite se planchó, también motivado por la noticia del tanto a favor del Benfica. Sobre el final se dio otro sacudón a favor del Xeneize, que tuvo otras dos. Primero fue Palacios el que reventó el travesaño con un disparo, mientras que luego fue Merentiel el que no pudo con su cabezazo.
La segunda mitad arrancó con una sorpresa total. A los 6', Jerson Lagos tiró un gran centro en un tiro de esquina, y el defensor central Christian Gray la mandó a guardar. No hubo tiempo para la reacción de Boca, ya que rápidamente el árbitro del partido postergó el duelo por actividad eléctrica.
El tan ansiado gol llegó a los 25', cuando Alan Velasco tiró un buen córner al corazón del área, Lautaro Di Lollo ganó en las alturas y la pelota se metió tras rebotar en el palo y en el portero Nathan Garrow.
La reanudación del juego luego de casi una hora de parate le costó horrores a Boca. Con la noticia confirmada del triunfo de Benfica, y ya sin chances de llegar a octavos de final, Miguel Russo decidió sacar a Edinson Cavani y Alan Velasco, y mandó al campo a Malcom Braida y Milton Giménez. Pero dio la sensación de que el Xeneize no pudo encontrar la motivación suficiente para terminar el periplo por Estados Unidos de forma decorosa, y se fue desdibujando cada vez más.
Lo más claro llegó con los remates de Advíncula y Zenón desde lejos, y un cabezazo de Malcom Braida que el arquero mandó al córner, no mucho más. El resto del tiempo pasó con la pelota en los pies de los jugadores argentinos, sin mucha claridad pensando en quedarse con la victoria.
De esta manera, el sueño de Boca Juniors de lograr la heroica y seguir con vida en el Mundial de Clubes no pudo concretarse. Por el contrario, cerró su participación dejando más dudas que certezas, y con la bronca de no haber podido festejar ni una vez. Tendrá que bajarar y dar de nuevo pensando en lo que resta del año, donde deberá pelear el torneo local para salvar las ropas.