Otro imputado por el crimen del hombre descuartizado y calcinado a las brasas

Fue acusado este domingo como partícipe necesario del homicidio agravado por ensañamiento de César Darío Rodas

 La investigación por el salvaje asesinato de César Darío Rodas, el hombre de 41 años que fue descuartizado y calcinado en una vivienda de Dorrego, sumó este sábado a un tercer imputado. Se trata de Ángel Jonatan Quiroz, de 32 años, quien fue acusado por la fiscal de Homicidios Andrea Lazo como partícipe necesario del delito de homicidio agravado por ensañamiento.

 Según el MPF, la imputación se basa en pruebas que ubican a Quiroz en el lugar del hecho y le atribuyen una participación directa. Aunque el acusado "no contribuyó con una conducta indispensable para producir la muerte", sí habría tenido un rol clave durante el ataque, de acuerdo a lo que informó la Justicia.

 El caso comenzó a esclarecerse el jueves durante las primeras horas, cuando la fiscal Lazo formalizó las imputaciones contra Adriana Valeria Suárez (40) y su novio, Marcelo Rubén Altamirano (35), conocido como "el Porteño", como coautores del mismo delito. Ambos fueron acusados de haber actuado con una violencia desmedida y deliberada, con el propósito de extender el sufrimiento de Rodas antes de causarle la muerte.

La reconstrucción del hecho de sangre, realizada por los investigadores de la División Homicidios y el Ministerio Público, reveló una secuencia de violencia extrema que comenzó con una brutal golpiza propinada a la víctima con puños y patadas, que escaló rápidamente hasta el uso de un hacha o pala. La agresión se habría sostenido durante varios minutos, antes de las 18 del miércoles.

Una vez que Rodas perdió la vida, los agresores desmembraron el cuerpo y distribuyeron las partes por distintos sectores de la vivienda. Posteriormente, intentaron incinerar los restos en una parrilla ubicada en el patio trasero del inmueble, generando un humo denso y un olor que alertó a los vecinos del barrio.

Con la incorporación de Quiroz, ya son tres las personas imputadas en esta causa que conmocionó a la provincia por su extrema crueldad. Cabe recordar que otro hombre, quien se encontraba en la vivienda al momento del allanamiento, fue inicialmente detenido pero posteriormente desvinculado de la autoría del homicidio y liberado en calidad de testigo clave del caso.

La figura penal de homicidio agravado por ensañamiento prevé la pena de prisión perpetua en caso de ser hallados culpables en un eventual juicio por jurados. Para la fiscalía, la violencia desplegada fue incompatible con cualquier forma de defensa y tuvo componentes que buscaban el sufrimiento de la víctima.