No deseches las flores marchitas: transformalas en una aromática infusión

Si son comestibles y están libres de pesticidas, algunos tipos de flores se pueden convertir en infusiones de forma muy sencilla y con grandes beneficios.

Con el paso del tiempo, las flores comienzan a marchitarse, incluso si fueron muy bien cuidadas. En la mayoría de los casos, esto significa que terminarán en la basura, pero no siempre tiene por qué ser así: muchas de ellas pueden transformarse en aromáticas y sabrosas infusiones.

Las flores marchitas tienen una segunda oportunidad de vida ya que pueden aprovecharse después de ser cortadas. Si son comestibles y están libres de pesticidas, se pueden convertir en infusiones de forma muy sencilla y con grandes beneficios.

A pesar de su aspecto, algunas flores conservan nutrientes y compuestos bioactivos. Incluso marchitas, ciertas especies contienen antioxidantes, flavonoides y aceites esenciales. Flores como la lavanda, el tilo o la pasionaria son reconocidas por sus efectos relajantes, ya que ayudan a calmar el sistema nervioso, reducir el estrés y mejorar el sueño. Además, también pueden favorecer la digestión y el bienestar general.

Cómo transformar las flores marchitas en infusiones

Elegir las flores: hay que asegurarse de que las flores estén limpias y libres de pesticidas. Las más elegidas para hacer infusiones son las de manzanilla, lavanda y rosa.

Preparar el frasco: utilizar un frasco limpio, preferentemente de vidrio, y colocarle agua caliente.

Añadir las flores: colocar las flores elegidas en el agua y dejarlas reposar durante unos minutos para que liberen sus esencias.

Disfrutar la infusión: colar la mezcla y servirla en una taza. Se puede endulzar a gusto.