Bajo la piel del miedo: Fernando Carpena nos revela sus secretos

"Me gusta cuando la literatura provoca, cuando te hace sentir y no son simplemente palabras que resbalan por las córneas" dijo a Info YA! el autor de "Una bolsa llena de ojos"

Ya está publicado el libro "Una bolsa llena de ojos", el libro de cuentos de terror que publicó Fernando Carpena, fruto de haber ganado el primer premio del Concurso de Cuentos que organizó la editorial Leo Libros. Sus páginas ya han asustado a varios y muchos más serán los que se sorprenderán en la Feria del Libro de Mendoza el 27 de septiembre, cuando sus páginas revelen los misterios.

A poco de comenzar la charla con Fernando Carpena, nos recordó que trabaja haciendo arte para videojuegos y en sus ratos libres, escribe cuentos y novelas. Poco a poco en esta entrevista a InfoYA! abrió su corazón para hablar de literatura, miedos y mucho más.

¿Cómo fueron tus comienzos con las letras?

Tímidos, como casi todos los comienzos. Cuentos que jamás verán la luz e intentos de novela que no tienen final. Pero a fuerza de leer y entusiasmarme con la idea de querer hacer algo similar, finalmente en el año 2010 obtengo una mención especial en el Concurso Comunicarte de Córdoba. Gracias a esto, mi primera novela infantil juvenil ve la luz. El nombre de la novela es "Paz y Carbonelli". A partir de ahí y envalentonado con un primer libro en las manos, sigo escribiendo hasta el día de hoy, en el que tengo cinco libros publicados, dos de ellos galardonados con el Premio Vendimia.

¿Qué es el terror en tu literatura?

Es lo cotidiano volviéndose perverso. A mi criterio, la peor clase de terror, porque engloba el miedo y la tristeza de lo inevitable. Por supuesto, hay algún elemento que desafía la lógica, pero más allá de esa ornamentación que sirve un poco de excusa, lo que hay de abajo es algo que nos recorre sin importar quiénes seamos: la fragilidad del mundo, la decadencia, el fin de la infancia, lo conocido convertido en amenazante.

¿Cómo llegaste al terror?

Toda la vida disfruté mucho del género. Es un género inevitable: desde chicos estamos en contacto con él. Las fábulas tienen terror, las leyendas tienen terror, los cuentos de hadas tienen detalles espantosos: desde brujas que devoran chicos a gente que envenena a otra. Luego, ya en busca de una literatura más adulta, pasé por Lovecraft, Poe, King, Clive Barker, los cuentos de Horacio Quiroga (que tienen elementos espeluznantes), Shirley Jackson y todo esto, sin olvidar horas y horas de películas ochentosas llenas de asesinos con hachas y locos con motosierras, todo muy literalmente "visceral". Más tarde, me deslumbré con un horror más argentino como el de Mariana Enríquez, Diego Muzzio y Agustina Bazterrica y me animé a experimentar por ese lado.

¿Cómo se escribe una historia de miedo?

Asomándose a ese miedo que uno quiere transmitir. Escribir este género es difícil: el lector exige el susto. Pero uno no sabe cuáles son esos miedos, porque a cada quién lo asustan diferentes cosas: arañas, oscuridad, mutilaciones, agujas, lo que quieras. Entonces hay que bucear en la que nos une, en lo primigenio, en eso que hacía que hace siglos las tribus se juntaran alrededor del fuego para no ser atacados. Hay algo animal que todavía nos rodea, pero al mismo tiempo, hay algo que el vivir en sociedad nos dio, un miedo a caernos del mapa, a no servir, a no encajar. Hay en esto un pánico que llena los consultorios de los psicólogos y las páginas de los libros.

Qué te sorprende más: ¿La idea, el proceso o el resultado?

La idea, en primer lugar. Luego el resultado. El proceso no se diferencia mucho de lo conocido, pero la búsqueda de la idea, de encontrar en lo diario la parte oscura, de pensar ese "¿Y, si de pronto, ocurriera que...?" me resulta fascinante. Hay uno de los cuentos del libro que tiene como centro al sonido que hace una tetera al fuego. El cuento tiene cinco líneas, seis, y es real. Era una tetera de lata vieja que yo tenía en casa y hacía un sonido horrendo. Bueno, de ahí, surge un cuento. Y permitirse ver en ese sonido un relato, es una de las maravillas que nos regala el buscar historias.

Contanos del libro...

"Una bolsa llena de ojos" es una colección de 13 relatos, algunos de pocas líneas, otros de más de diez páginas, que revolotean en lo incómodo, en el miedo, en la tristeza de la incertidumbre, y que ponen el énfasis en lo que usualmente se conoce como "género de terror". ¿Es realmente terror? Los lectores lo dirán. Quién escribe esta clase de relatos, se divierte mucho haciéndolos, aunque confieso que hay un par de relatos que, cuando los leí un tiempo después de haberlos escrito, me generaron una sensación de incomodidad tremenda. Hay uno en especial, "La sangre en compañía", que toma el mito del lobizón argentino, el del séptimo hijo varón, que luego de escribirlo, tuve que dejar pasar un tiempo antes de volver a poder escribir una palabra, porque me dejó algo muy melancólico y triste que me obligó a tomar una pausa. Me gusta cuando la literatura provoca eso, cuando te hace sentir y no son simplemente palabras que resbalan por las córneas.

¿A qué público va dirigido?

Adultos, sobre todo los amantes del género de terror. Pero creo que el abanico es más amplio. Quien quiera encontrar terror, lo va a hallar, pero quién no, se va a encontrar con relatos duros, de crítica social, de historias mínimas familiares, de recuerdos que tal vez les pasen cerca.

¿Qué recorrido tendrá esta obra?

Se presenta en la Feria del Libro de Mendoza el sábado 27 de septiembre a las 17:30hs en la sala Suarez del Centro Le Parc. Y luego estará disponible en algunas librerías de Mendoza y en ferias del libro al que la editorial Leo Libros sea invitada.

¿Qué pensás de la literatura en dispositivos?

Por preferencia y aroma, prefiero el papel, pero literatura es literatura no importa del soporte que la contenga. Bienvenidos los dispositivos si permiten que los libros lleguen más lejos, más rápido y de manera más efectiva a quién desee leer. YO mismo tengo un Kindle que te permite almacenar toneladas de libros y debo reconocer su inmensa practicidad. Lo único es que, como todo elemento digital, tiene una tasa muy alta de piratería, lo cual siempre redunda en una pérdida para el escritor, que no puede obtener de la escritura un modo de vida que le permita vivir del oficio. Es una pena, porque los que escribimos, amaríamos vivir de esto, peor sin legislación y con estas facilidades de pasar información, no es posible.

¿Qué es lo que más miedo le da a Fernando Carpena?

El resumen de la tarjeta de crédito. No... (dice mientras sonríe) seriamente: lo frágil del mundo. Ya vimos como la pandemia nos desordenó y todavía andamos mareados, con problemas, rebotando contra las paredes, sin saber cómo volver a ser sociables del todo.

Y los ojos, claro. Si hay algún libro o película, que incluya alguna escena en dónde un ojo sea herido de alguna manera, no puedo soportarlo. Y si vienen en bolsas, menos.