Escribió un libro: "A los 12 días de estar en coma me enteré que mi hija había muerto"

Julieta Gil es la resiliencia hecha persona, es que el 27 de junio del año 2022 su nombre se comenzaba a viralizar en las redes sociales, y en el comentario de todo un pueblo conmovido al enterarse que el hogar que habitaba junto a su pequeña hija de 4 añitos había sido devorado por el fuego, y allí había muerto Victoria, su única hija.

Las imágenes en los noticieros locales, la cobertura y el dolor fueron devastadores. Hoy, en 2025, tres años más tarde y para la misma fecha, Julieta, como un ave Fénix se mostró con un propósito materializado en sus manos: un libro al que denominó: "En tortuga y Patineta" que refleja todo lo vivido tras ese oscuro día. Y lo pone hoy como herramienta de lectura para comprender que aún del peor dolor, y el peor miedo de una madre, se puede, no superar, pero sí convertir en herramienta para caminar, honrando la vida.

En Vibra FM (100.3) Julieta Gil expresó palabras muy sentidas y contó que jamás había escrito un libro, pero que cansada y dolida por la presión que sentía cada vez que la gente le preguntaba sobre ese día, sobre su internación en coma de más de diez días y la posterior internación en el hospital Schestakow, decidió comenzar a escribir todo en un block de notas del celular.

"Todo era mucho, a los 12 días de estar en coma me enteré que mi hija había muerto, que había perdido todo", afirmó. "Yo no tuve opción, no me dejaron elegir, yo seguí adelante por mi familia que estuvo 24/7, luego del coma estuve 4 meses internada, en el hospital Schestakow, postrada", recordó y aprovechó para enviarle besos a la gente del hospital, sobre todo del Área del Quemado.

Este viernes en General Alvear Julieta presentó en Casa Salonia el libro "En Tortuga y Patineta", que es la mejor manera que descubrió de poner en palabras tanto dolor, con la finalidad de ser también un puente de ayuda para otras mamás y papás que estén atravesados por la pérdida de un hijo.

La fecha de presentación fue especial y fue elegida junto a la periodista alvearense María José Aguas, una incondicional persona que ha estado y ha sido parte fundamental para que el sueño de Julieta se materialice.

Acompañaron sus pastores Fabio y Susana, el profesor de literatura José Niemetz, María José, la periodista con un rol social impecable, los amigos, la familia, sus sostenes, todos.  

¿Cómo surge la idea del libro?

Nunca había escrito nada, pero la gente me preguntaba mucho sobre cómo era el coma, entonces en el libro relato todo. Parece un libro infantil, pero es muy crudo, hablo de la realidad de una mamá y una familia, tanto materna como paterna, todos sufrimos el dolor que jamás imaginamos.

Viví el peor miedo de una mamá, y es que le pase algo a tu hijo. Tuve que empezar de cero: me quedé sin hija, sin casa, sin ropa, sin familia.

Recordó que el día que tuvo el alta médica se dio cuenta que no tenía nada. "Me fui con lo puesto, con un camisolín a la casa de mi mamá, que es donde vivo en la actualidad", contó con una fortaleza construida a base de fe y propósito de vida.

Muy orgullosa como mamá rememoró: "Fuimos muy felices, cumplimos un montón de sueños, fuimos re felices esos últimos dos años, no tengo nada que reprocharme"

El nombre del libro "En Tortuga y Patineta" nació de una frase que la niña repetía siempre: "te amo hasta la luna ida y vuelta en tortuga y patineta". También porque a su entender la tortuga representa la naturaleza y "en su paso lento va disfrutando de a poco de todo, se da el placer de respirar, ver una flor", explicó Julieta.

Julieta pertenece a una comunidad cristiana, con hermanos de su iglesia en Buenos Aires, uno de ellos es Omar Gaitán, un pastor quien además tiene una editorial que se llama Ediciones Adulan, al que le presentó su testimonio. Inmediatamente esa persona la motivó a que se explayara y le diera rienda suelta al potencial que estaba comenzando a asomar en ese momento.

"Escribí tanto que terminé escribiendo 160 páginas, convirtiéndolo en un libro hermoso que comenzó siendo un borrador lleno de odio, resentimiento, dolor, tristeza, y a través de cada frase, fue Omar, quien la ayudó a sanar y a convertir lo que dolía, en un libro de resiliencia, con testimonio de vida para poder también ayudar a otras personas a salir, aún después de la muerte más cruel: la de un hijo.

"Dios es estratégico, creó la ciencia y preparó a personas para que a través de ellas nos brinden herramientas, siento que después del coma, del accidente sobreviví y estoy de pie, se me quemó el 50% del cuerpo y estoy acá"

Pilares indiscutibles

La vida después del siniestro que sufrieron Julieta y su niña lo cambió todo. "Cuando empecé a caer que había perdido a mi hija, me di cuenta que necesitaba ayuda profesional, comencé a ver una psicóloga, me ayudó y lo sigue haciendo".

Si bien el libro tiene agradecimientos especiales, la mujer indicó cuatro pilares claves: "Omar, el pastor, por su fe en mí, Dios, mi mamá y la psicóloga, sin ellos estaría en un pozo tratando de ver cómo me quito la vida", expresó con el alma en su manos y sus sentimientos al descubierto.

Julieta aclaró que "no le quiero mentir a nadie, la muerte no se supera jamás". En el último tiempo se ha contactado con muchas madres que han pasado por lo que ella ya vivió y está dispuesta a ofrecerles ayuda, charla, guiarlas con profesionales.

La oscuridad se convirtió en luz, en algo bonito. "Con el libro quiero ofrecer la posibilidad de que vean que hay otros caminos, más allá de la depresión", concluyó.